Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Fe en las promesas de Dios

Nuestra fe tiene que aumentar; si no, no podemos ser renovados conforme a la imagen divina y amar y obedecer los requerimientos de Dios. Nazca de labios sinceros la oración: “Señor, auméntame la fe; dame iluminación divina; porque sin ayuda de tu parte nada puedo hacer.” Venid con humildad y postraos delante de Dios; abrid delante del Señor vuestras Biblias, las cuales contienen las promesas divinas; tomad vuestra posición con respecto a éstas; haced con Dios el pacto de que responderéis a sus requerimientos; decidle que creeréis sin otra evidencia fuera de la desnuda promesa. Esto no es presunción; pero a menos que obréis con celo, a menos que seáis fervientes y estéis decididos, Satanás obtendrá ventajas, y vosotros seréis dejados en la incredulidad y las tinieblas. COES 79.1

Las palabras y promesas de Dios son el único fundamento de nuestra fe. Tomad la palabra de Dios como verdad, como una voz viva que os habla, y obedeced fielmente cada requerimiento. Dios, que ha prometido, es fiel. El cooperará con los esfuerzos de los directores y maestros. La debilidad de nuestra fe limita nuestras bendiciones. Dios no está maldispuesto para dar; él es el manantial de poder. Debemos tener mansedumbre y humildad de corazón. Podemos tener ricas evidencias del amor y la misericordia de Dios diariamente en nuestros esfuerzos abnegados de hacer bien a otros. Suplico a los obreros de nuestras escuelas sabáticas que se vistan con toda la armadura de Dios y muestren su fidelidad como fieles soldados de Jesucristo. Dios recompensará toda obra que se haga para gloria suya.—Testimonies on Sabbath-School Work, 26-29. COES 79.2