Hijos e Hijas de Dios

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Elegimos a los que aman a Dios, 7 de junio

¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amós 3:3. HHD 167.1

El Señor no ha cambiado... Es veraz, misericordioso, compasivo y fiel en el cumplimiento de su Palabra, tanto en lo que se refiere a las promesas como a las admoniciones. Uno de los mayores peligros que amenazan al pueblo de Dios actualmente es su relación con los impíos; especialmente el unirse en matrimonio con los incrédulos. En muchos el amor por lo humano eclipsa el amor por lo divino. Dan el primer paso en el camino de la apostasía al aventurarse a pasar por alto el expreso mandato del Señor; y la apostasía completa es a menudo el resultado. Siempre ha sido peligroso para el hombre cumplir su propia voluntad en oposición a los requerimientos de Dios. No obstante, les resulta duro a los hombres aprender que Dios realmente quiere decir lo que dice. Por lo general, los que eligen como amigos y compañeros a personas que rechazan a Cristo y pisotean la ley de Dios, eventualmente adoptan la misma mentalidad y el mismo espíritu.—The Signs of the Times, 19 de mayo de 1881. HHD 167.2

Muchos que comenzaron la vida con un porvenir tan brillante y prometedor, en su esfera limitada, como Salomón en su exaltado puesto, debido a un irrevocable mal paso en su matrimonio, perdieron su alma, y arrastraron a otros a la ruina juntamente con ellos... Compañeros frívolos, que no tienen profundidad de principios, apartaron el corazón de aquellos que tenían una vez nobles ideales, para dirigirlos a la vanidad, a los placeres corruptores y directamente al vicio.—The Health Reformer, 1 de mayo de 1878. HHD 167.3