Hijos e Hijas de Dios

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Conoce nuestras necesidades, 10 de enero

Porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Mateo 6:8. HHD 18.1

Si Dios, el divino Artista, le da a las sencillas flores que perecen en un día sus delicados y diversos colores, ¿cuánto mayor cuidado no ejercerá en favor de aquellos que han sido creados a su propia imagen?... Si el hombre ama y obedece a Dios y hace su parte, Dios le proporcionará todo lo que necesita... Nadie puede añadir un codo a su estatura, no importa con cuánta solicitud trate de hacerlo. No es menos irrazonable preocuparse del mañana y de sus necesidades. Cumplid vuestro deber y confiad en Dios; porque él sabe qué necesitáis... Nos vigila con más ternura que una madre a su hijo afligido... Dios es un amigo en la perplejidad y la aflicción, un protector en el desastre, un preservador en los miles de peligros que nos resultan invisibles.—The Review and Herald, 11 de septiembre de 1888. HHD 18.2

Mora Dios en cada hogar; oye cada palabra que se pronuncia, escucha toda oración que se eleva, siente los pesares y los desengaños de cada alma, ve el trato que recibe cada padre, madre, hermana, amigo y vecino. Cuida de nuestras necesidades, y para satisfacerlas, su amor y misericordia fluyen continuamente... En su custodia podemos descansar seguros.—El discurso maestro de Jesucristo, 91. HHD 18.3

Dios ayuda a los débiles y fortalece a los que no tienen poder. En los campos donde las pruebas, las tribulaciones y la pobreza sean mayores, los obreros de Dios gozarán de mayor protección. A los que trabajan en medio del calor del conflicto, dice Dios: “Jehová es tu sombra a tu mano derecha”.—The S.D.A. Bible Commentary 3:1153. HHD 18.4