Hijos e Hijas de Dios

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Se sostuvo como viendo al invisible, 28 de marzo

Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. Hebreos 11:27. HHD 96.1

Por el honor de Dios y el libramiento de su pueblo oprimido, Moisés sacrificó los honores de Egipto. Entonces Dios se encargó en un sentido especial de su educación... HHD 96.2

Todavía tenía que aprender a depender del poder divino. Había entendido mal el propósito de Dios. Su esperanza era librar a Israel por la fuerza de las armas. Para ello, lo arriesgó todo, y fracasó. Derrotado y desalentado se transformó en fugitivo y desterrado en un país extraño... Aparentemente apartado para siempre de la misión de su vida, recibió la disciplina esencial para su realización... Debía obtener la experiencia que iba a convertirlo en un fiel y tolerante pastor de Israel... En medio de la solemne majestad de la soledad de las montañas... obtuvo Moisés aquello que lo acompañó durante los años de su vida llena de trabajos y cuidados: el sentimiento de la presencia personal del Ser divino... Cuando era mal comprendido o se tergiversaba lo que él decía, cuando tenía que aguantar reproches e insultos, hacer frente al peligro y la muerte, podía soportarlo, “porque se sostuvo como viendo al Invisible”.—La Educación, 58-60. HHD 96.3

Moisés descuella como superior en sabiduría e integridad entre todos los soberanos y estadistas de la tierra... Era generoso, noble y equilibrado; no tenía defectos, y sus virtudes no estaban meramente medio desarrolladas. Podía exhortar con éxito a sus semejantes, porque su vida misma era una representación viviente de lo que el hombre puede llegar a ser y realizar con la ayuda de Dios... Hablaba con el corazón y llegaba al corazón.—The S.D.A. Bible Commentary 1:113. HHD 96.4