Hijos e Hijas de Dios

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Para resistir la tentación, 13 de marzo

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7. HHD 81.1

Satanás sigue presentando sus tentaciones a los hijos de los hombres. Emplea todos los medios a su alcance para ocultarse de su vista, y por esta razón muchos ignoran sus artimañas. Hace poco se me preguntó: “¿Cree Ud. en un demonio personal?” “Por supuesto” fue mi respuesta. “Bien—repuso el que me interrogaba—, yo no creo que exista tal ser: nuestros malos pensamientos e impulsos son el único demonio que conocemos”. “Pero—le pregunté—, ¿quién sugiere esos pensamientos? ¿En quién se originan si no es en Satanás?”... HHD 81.2

Tan ciertamente como que tenemos un Salvador personal, tenemos también un adversario personal, cruel y astuto, que siempre vigila nuestros pasos y trata de desviarnos. Puede obrar con más eficacia bajo un disfraz. Dondequiera que se adelante la opinión de que no existe, allí está más activo. Cuando menos sospechamos su presencia, está obteniendo ventaja sobre nosotros. Me siento alarmada al ver a tantos jóvenes sometiéndose a su poder sin saberlo. Si sólo vieran el peligro, acudirían a Cristo, el refugio del pecador.—The Youth’s Instructor, 21 de noviembre de 1883. HHD 81.3

Tratad de ser fieles alumnos en la escuela de Cristo, aprendiendo diariamente a conformar vuestra vida al Modelo divino. Dirigid vuestro rostro hacia el cielo, y avanzad hacia el blanco del premio de vuestra elevada vocación en Cristo Jesús. Corred la carrera cristiana con paciencia, y revelaos superiores a toda tentación que os sobrevenga, por gravosa que sea. Resistid al diablo y huirá de vosotros.—The Youth’s Instructor, 30 de mayo de 1895. HHD 81.4