Hijos e Hijas de Dios

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Frente al ridículo y la burla, 23 de julio

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Salmos 1:1. HHD 213.1

Los impíos son aquellos que no aman ni obedecen los mandamientos de Dios, sino que van en contra de ellos. Esta es la clase de consejeros que se nos amonesta a desoír, la clase de consejeros que emplea Satanás para desviar a la juventud. Su consejo, sus sugerencias son de tal carácter que tratan al pecado con liviandad y ridiculizan la justicia... Se los representa como de pie en el camino de los pecadores, siempre apartándolos de la senda recta del deber y la obediencia a los mandamientos de Dios, para desviarlos en la de la desobediencia. Si no fuera por esas personas que hacen mal y tientan a otros a hacerlo, muchos pecadores hubieran elegido la senda del deber, la vida de pureza y piedad.—The Youth’s Instructor, 20 de octubre de 1886. El temor al ridículo induce a muchos jóvenes a ceder a la tentación y a andar en el camino de los impíos.—El hogar adventista, 420 (1894). HHD 213.2

Jesús no se hubiera puesto en peligro para complacer al diablo. Pero cuántos se atreven a hacerlo actualmente.—Manuscrito 17, 1893. HHD 213.3

No permitas que ni la burla, ni las amenazas, ni las indicaciones despreciativas te induzcan a violar tu conciencia en lo más mínimo, para abrir de ese modo una puerta por la cual pueda entrar Satanás y dominar la mente... HHD 213.4

Debes ser un estudioso interesado en la Biblia... Su Palabra [de Dios] es una guía segura; si se la estudia con cuidado no hay peligro de caer bajo el poder de la tentación que rodea a la juventud, y que se agolpa en torno a ella.—The Youth’s Instructor, 10 de septiembre de 1884. HHD 213.5