La Educación Cristiana

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Una lección práctica

Grandes cosas hay delante de nosotros que, como vemos, han de ser hechas; por lo que, tan pronto como se puedan obtener los recursos, debemos ir adelante. Un esfuerzo paciente y cuidadoso es necesario en pro del estímulo y elevación de las comunidades adyacentes, y para su educación en los órdenes industrial y sanitario. El colegio y todos sus alrededores deben ser lecciones prácticas, que enseñen las maneras de mejorar y que insten a la gente a reformarse, de modo que el buen gusto, la laboriosidad y el refinamiento reemplacen a la tosquedad, a la inmundicia, al desorden, a la ignorancia y al pecado. Hasta los más pobres pueden mejorar sus alrededores levantándose temprano y trabajando con diligencia. Por medio de nuestra vida y ejemplo, podemos ayudar a otros a que disciernan lo que es repulsivo en su carácter o en sus habitaciones y con cortesía cristiana estimular su mejoramiento. ECR 308.2

A menudo se formulará la pregunta: ¿Qué puede hacerse donde la pobreza prevalece y hay que habérselas con ella a cada paso? ¿Cómo podemos, bajo estas circunstancias, impresionar a las personas con ideas correctas de mejoramiento? La tarea es difícil, por cierto, y a no ser que los maestros, los hombres de pensamiento y los que cuentan con medios, hagan uso de sus talentos y contribuyan a la elevación de otros, del mismo modo que Cristo lo haría si estuviese en su lugar, quedará sin hacer una obra importante. La reforma necesaria nunca se llevará a cabo a menos que hombres y mujeres sean ayudados por un poder ajeno a sí mismos. Aquellos que poseen talentos y aptitudes tienen que usar esos dones para bendecir a sus semejantes y trabajar para colocarlos en un nivel que les permita valerse a sí mismos. Es así como se le debe dar mejor aplicación a la educación obtenida en nuestras escuelas. ECR 309.1

Los talentos que Dios ha confiado no han de ocultarse debajo de un almud o de una cama. “Vosotros sois la luz del mundo”, dijo Cristo. Mateo 5:14. Al ver familias que viven en chozas, con escaso moblaje y vestido, sin herramientas, sin libros u otras muestras de refinamiento del hogar, ¿os interesaréis en ellas y procuraréis enseñarles cómo dar la mejor aplicación a sus energías para que se realicen mejoras y su trabajo progrese? Mediante diligente trabajo, usando de la forma más sabia cada aptitud y aprendiendo a no derrochar el tiempo, prosperarán en el mejoramiento de sus hogares y en el cultivo de su tierra. ECR 309.2

El esfuerzo físico y el poder moral han de unirse a nuestra obra de regenerar y reformar. Hemos de tratar de obtener conocimiento tanto temporal como espiritual para que podamos impartirlo a otros. Hemos de tratar de vivir el Evangelio en todos sus aspectos, a fin de que sus bendiciones temporales y espirituales puedan sentirse en todo nuestro alrededor. ECR 309.3