Consejos para la Iglesia

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El licor hace del hombre un esclavo

Cuando se complace el apetito por la bebida embriagante, el hombre lleva voluntariamente a sus labios el trago que hunde a aquel que fue hecho a la imagen de Dios a un nivel inferior al de la bestia. La razón es paralizada, el intelecto es obnubilado, las pasiones animales son excitadas, y entonces se producen crímenes del carácter más degradante.8 CPI 185.1

Bajo la influencia de la bebida que toman son inducidos a hacer cosas de las cuales huirían con horror si no hubiesen probado la droga enloquecedora. Cuando están bajo la influencia del veneno líquido, están bajo el dominio de Satanás. El los gobierna y ellos colaboran con él.9 CPI 185.2

Así obra [Satanás] cuando tienta a los hombres a vender el alma por la bebida. Toma posesión de cuerpo, mente y alma, y ya no es el hombre sino Satanás quien actúa. Y la crueldad de Satanás se expresa al alzar el borracho su mano para golpear sin misericordia a la mujer a la cual ha prometido amar y proteger por toda la vida. Los actos del ebrio son una expresión de la violencia de Satanás.10 CPI 185.3

Los hombres que usan el licor se convierten voluntariamente en esclavos de Satanás. Satanás tienta a aquellos que ocupan cargos de responsabilidad en ferrocarriles, en barcos, los que tienen a su cargo lanchas o vehículos cargados de gente que acude en masa a lugares de diversión idólatra para complacer su apetito pervertido y así olvidar a Dios y sus leyes. CPI 185.4

No pueden ver qué están haciendo. Se hacen las señales en forma incorrecta, y se provocan colisiones entre los vehículos. De ahí viene el horror, la mutilación y la muerte. Este estado de cosas se verá cada vez más. CPI 186.1

Las inclinaciones corruptas del borracho se transmiten a su descendencia, y de ella a las generaciones siguientes.11 CPI 186.2