Consejos para la Iglesia

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Cuándo deberían ser aligeradas las tareas de la madre

Un error que se comete a menudo es el de no establecer diferencia alguna en la vida de una mujer cuando está por llegar a ser madre. Durante este período importante debe aligerarse su labor. Se están produciendo grandes cambios en su organismo. Este requiere mayor cantidad de sangre, y por lo tanto debe recibir más alimento, y de la calidad más nutritiva, para que lo convierta en sangre. A menos que ella obtenga una abundancia de alimento nutritivo, no podrá conservar su fuerza física, y su descendencia quedará privada de vitalidad. Su indumentaria también exige atención. Debe ejercerse cuidado para proteger el cuerpo y evitarle la sensación de enfriamiento. No conviene que la vitalidad sea atraída innecesariamente a la superficie para suplir la falta de ropa suficiente. Si la madre se ve privada de una abundancia de alimento sano y nutritivo, su sangre será deficiente en cantidad y calidad. Tendrá mala circulación, y su hijo adolecerá de lo mismo. Se verá incapacitado para asimilar el alimento y convertirlo en buena sangre que nutra el organismo. La prosperidad de la madre y del niño depende mucho de que lleven ropa adecuada, bien abrigada, y de que obtengan suficiente alimento nutritivo. CPI 249.4