Consejos para la Iglesia

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Actitud de la madre que amamanta

El mejor alimento para el niño es el que suministra la naturaleza. No debe privársele de él sin necesidad. Es muy cruel que la madre, por causa de las conveniencias y los placeres sociales, procure libertarse del desempeño de su ministerio materno de amamantar a su pequeñuelo. CPI 250.1

El período durante el cual el niño es nutrido por su madre es crítico. A muchas madres, mientras amamantaban a sus pequeñuelos, se les ha permitido trabajar en exceso y afiebrarse la sangre cocinando. El mamante quedó gravemente afectado, no sólo por la nutrición afiebrada del pecho materno, sino que su sangre fue envenenada por el régimen malsano de la madre, que inflamó todo su organismo y con ello afectó la alimentación del niño. Este quedará también afectado por la condición mental de la madre. Si ella es desdichada e irritable, si se agita fácilmente y es dada a ataques de ira, la nutrición que el niño recibe del pecho materno será inflamada, y con frecuencia producirá cólicos y espasmos, y en algunos casos convulsiones y ataques. CPI 250.2

También el carácter del niño se ve afectado en mayor o en menor medida por la naturaleza del alimento que recibe de su madre. Cuán importante es, pues, que mientras la madre amamante a su hijo se mantenga en condición mental feliz, teniendo perfecto dominio de su propio ánimo. Si obra así, la nutrición del niño no sufrirá perjuicio, y la conducta serena de la madre dueña de sí en el trato que da a su hijo contribuirá mucho a amoldar la mente del niño. Si éste es nervioso y se agita con facilidad, la actitud cuidadosa y reposada de la madre ejercerá una influencia suavizadora y correctora, y mejorará mucho la salud del infante.5 CPI 251.1