Joyas de los Testimonios 2

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“Mirad por vosotros”

Nuestro compasivo Redentor, previendo los peligros que rodearían a sus discípulos en este tiempo, les dió una amonestación especial: “Mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir y de estar en pie delante del Hijo del hombre.” Lucas 21:34-36. Si la iglesia sigue una conducta similar a la del mundo, compartirá la misma suerte. O, mejor dicho, como recibió mayor luz, su castigo será mayor que el de los impenitentes. 2JT 12.1

Nosotros, como pueblo, profesamos tener más luz que cualquier otro pueblo de la tierra. Entonces nuestra vida y nuestro carácter debieran armonizar con una fe tal. Está por sobrecogernos el día en que los justos serán atados como trigo precioso en gavillas para el alfolí celestial, mientras que los perversos serán, como cizaña, recogidos para los fuegos del postrer gran día. Pero, crecen “juntamente lo uno y lo otro hasta la siega.” Mateo 13:30. 2JT 12.2

Al cumplir con los deberes de la vida, los justos se verán hasta el último día en contacto con los impíos. Los hijos de la luz están diseminados entre los hijos de las tinieblas, para que todos puedan ver el contraste. Así han de demostrar los hijos de Dios “las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.” 1 Pedro 2:9. El amor divino, al resplandecer en el corazón, y la armonía cristiana manifestada en la vida, serán como una vislumbre del cielo concedida a los hombres del mundo para que vean y aprecien su excelencia. 2JT 13.1

Las cosas semejantes se atraen entre sí. Los que están bebiendo de la misma fuente de bendición se acercarán unos a otros. La verdad, morando en el corazón de los creyentes, llevará a una bienaventurada y feliz asimilación. Así recibirá respuesta la oración que elevó Cristo, para que sus discípulos fuesen uno como él es uno con el Padre. Todo corazón verdaderamente convertido se esforzará por alcanzar esta unidad. 2JT 13.2

Entre los impíos habrá una armonía engañosa que ocultará tan sólo parcialmente una discordia perpetua. En su oposición a la voluntad y la verdad de Dios, están unidos mientras que en todos los demás puntos están desgarrados por el odio, la emulación, los celos y la contienda mortífera. 2JT 13.3

El metal puro y el vil están ahora tan mezclados que únicamente el ojo discernidor del Dios infinito puede distinguir con certidumbre entre ellos. Pero el imán moral de la santidad y la verdad atraerá y reunirá el metal puro, mientras que rechazará el vil y falsificado. 2JT 13.4