Joyas de los Testimonios 2

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El día del señor se acerca*

“Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy presuroso; voz amarga del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento. Día de trompeta y de algazara, sobre las ciudades fuertes, y sobre las altas torres. Y atribularé los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová.” Sofonías 1:14-17. 2JT 11.1

“Y será en aquel tiempo, que yo escudriñaré a Jerusalem con candiles, y haré visitación sobre los hombres que están sentados sobre sus heces, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni mal.” Vers. 12. 2JT 11.2

“Congregaos y meditad, gente no amable, antes que pára el decreto, y el día se pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira de Jehová, antes que el día de la ira de Jehová venga sobre vosotros. Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, que pusisteis en obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre: quizás seréis guardados en el día del enojo de Jehová.” Sofonías 2:1-3. 2JT 11.3

Nos estamos acercando al fin del tiempo. Me ha sido mostrado que los juicios retributivos de Dios ya están sobre la tierra. El Señor nos ha advertido de los acontecimientos que están por suceder. Resplandece luz de su Palabra, y sin embargo, las tinieblas cubren la tierra y densa obscuridad los pueblos. “Que cuando dirán, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, ... y no escaparán.” 1 Tesalonicenses 5:3. 2JT 11.4

Es nuestro deber inquirir la causa de estas terribles tinieblas para que podamos rehuir la conducta por la cual los hombres han atraído sobre sí mismos tan grande engaño. Dios ha dado al mundo una oportunidad de aprender tanto de su Palabra como de la luz de su verdad; le ha mandado advertencias, consejos y amonestaciones; pero pocos quieren obedecer a su voz. Como la nación judía, la mayoría, aun de los cristianos profesos, se enorgullece de sus magníficas ventajas, pero no retribuye a Dios por estas grandes bendiciones. En su misericordia infinita, ha enviado al mundo un último mensaje de amonestación, para anunciar que Cristo está a la puerta, y llamar su atención a la quebrantada ley de Dios. Pero, como los antediluvianos rechazaron con desprecio la amonestación de Noé, así rechazarán los modernos amadores de los placeres, el mensaje de los fieles siervos de Dios. El mundo prosigue en su giro incesante, absorto como nunca en los negocios y placeres, mientras que la ira de Dios está por caer sobre los transgresores de su ley. 2JT 11.5