Joyas de los Testimonios 2

245/280

La obra misionera médica y el mensaje del tercer ángel*

Vez tras vez se me ha instruído en el sentido de que la obra misionera médica debe tener con la obra del tercer ángel la misma relación que tienen el brazo y la mano con el cuerpo. Bajo la dirección de la Cabeza divina han de trabajar unánimemente en la preparación del camino para la venida de Cristo. El brazo derecho del cuerpo de la verdad debe estar constantemente activo, obrando de continuo, y Dios lo fortalecerá. Sin embargo, no debe transformarse en el cuerpo entero. El cuerpo no debe decir al brazo: “No te necesito.” El cuerpo necesita al brazo para hacer una obra activa y agresiva. Ambos tienen su obra señalada, y cada uno sufrirá gran pérdida si obra independientemente del otro. 2JT 526.1

La obra de predicar el mensaje del tercer ángel no ha sido considerada por algunos como Dios quiere que lo sea. Ha sido tratada como una obra inferior, mientras que debiera ocupar un lugar importante entre los instrumentos humanos para la salvación del hombre. Es necesario llamar la atención de los hombres a las Escrituras como el agente más eficaz para la salvación de las almas, y el ministerio de la Palabra es la gran fuerza educativa que ha de producir este resultado. Los que desprecian el ministerio y procuran dirigir independientemente la obra misionera médica, están procurando separar el brazo del cuerpo. ¿Cuál sería el resultado si tuviesen éxito? Veríamos manos y brazos volando de aquí para allá, distribuyendo recursos sin la dirección de la cabeza. La obra llegaría a ser desproporcionada y desequilibrada. Lo que Dios destinó a ser mano y brazo tomaría el lugar de todo el cuerpo, y el ministerio seria empequeñecido o totalmente pasado por alto. Esto desequilibraría las mentes y produciría confusión, y muchas porciones de la viña del Señor quedarían sin cultivo. 2JT 526.2