Consejos sobre Mayordomía Cristiana

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Un llamamiento a la consagración de la familia

Dios pide que los que conocen la verdad realicen un esfuerzo personal. Pide que las familias cristianas vayan a las comunidades que están en las tinieblas del error, que vayan a los campos extranjeros, que se familiaricen con un nuevo tipo de sociedad, y que trabajen con prudencia y perseverancia en favor de la causa del Maestro. Para contestar este llamado hay que tener abnegación. CMC 59.4

Mientras muchos están esperando que desaparezca todo obstáculo, las almas están muriendo sin esperanza y sin Dios en el mundo. Muchos, muchísimos, por amor a las ventajas mundanales, por amor a la adquisición de conocimientos científicos, se aventuran a ir a regiones pestilenciales, y van a países donde piensan que pueden obtener ventajas comerciales; ¿pero dónde están los hombres y las mujeres que cambiarán su ubicación y trasladarán sus familias a regiones que necesitan la luz de la verdad, a fin de que su ejemplo influya sobre los que verán en ellos a los representantes de Cristo? CMC 60.1

El llamado macedónico llega de todos los rincones del mundo, y los hombres dicen: “Pasa... y ayúdanos”; ¿y por qué no hay una respuesta decidida? Miles de personas deberían ser constreñidas por el Espíritu de Cristo a seguir el ejemplo de Aquel que dio su vida por la vida del mundo. ¿Por qué negarse a realizar esfuerzos decididos y abnegados a fin de instruir a los que no conocen la verdad para esta época? El Misionero principal vino a nuestro mundo, y ha ido ante nosotros para mostrarnos la forma como debemos trabajar. Nadie puede trazar una línea precisa para los que quieren testificar en favor de Cristo. CMC 60.2

Los que poseen recursos indudablemente son responsables, porque esto significa que Dios se los ha confiado, y deben sentir su responsabilidad de promover la obra de Dios en sus diferentes ramos. El hecho de que la verdad ata a las almas por medio de sus eslabones dorados al trono de Dios, debería inspirar a los hombres a trabajar con todas las energías que Dios les ha dado, a comerciar con los bienes del Señor en regiones lejanas diseminando lejos el conocimiento de Cristo, entre los gentiles. CMC 60.3

Muchas personas a quienes Dios ha confiado medios con los cuales bendecir a la humanidad, han dejado que éstos se conviertan en una trampa para ellas, en lugar de que sean una bendición para sí mismos y los demás. ¿Podría ser que hayáis permitido que la propiedad que Dios os ha dado se convierta en una piedra de tropiezo? ¿Dejaréis que los medios que se os han confiado, que se os han dado para que comerciéis con ellos, os aten y alejen de la obra de Dios? ¿Permitiréis que el legado que Dios ha hecho reposar sobre vosotros como sus mayordomos fieles, sirva para disminuir vuestra influencia y utilidad, impidiendo que seáis obreros juntamente con Dios? ¿Os dejaréis retener en el hogar para conservar los recursos que Dios os ha confiado para que los coloquéis en el banco del cielo? No podéis decir que no hay nada para hacer, porque todo está por hacerse. ¿Os conformaréis con disfrutar de las comodidades de vuestro hogar sin tratar de decir a las almas que perecen cómo pueden obtener las mansiones que Cristo ha ido a preparar para los que le aman? ¿No sacrificaréis vuestras posesiones a fin de que otros puedan obtener una herencia inmortal?—The Review and Herald, 21 de julio de 1896. CMC 61.1