Consejos sobre Mayordomía Cristiana

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Capítulo 11—La venta de casas y propiedades

Dios invita a todos los que poseen tierras y casas a que las vendan e inviertan el dinero donde suplirá la gran necesidad del campo misionero. Una vez que hayan experimentado la verdadera satisfacción que proviene de obrar así, mantendrán abierto el conducto, y los recursos que Dios les confía fluirán constantemente a la tesorería para que se conviertan las almas. A su vez estas almas practicarán la misma abnegación, economía y sencillez por amor a Cristo, a fin de poder llevar sus ofrendas a Dios. Por medio de estos talentos sabiamente invertidos, se convertirán otras almas; y así proseguirá la obra, demostrando que los dones de Dios son apreciados. El Dador es reconocido y ello redunda para su gloria en la fidelidad de sus mayordomos. CMC 62.1

Cuando dirigimos estas fervientes súplicas en favor de la causa de Dios y presentamos las necesidades financieras de nuestras misiones, se conmueven profundamente las almas concienzudas que creen en la verdad. Como la viuda pobre que fue elogiada por Cristo y que puso sus dos blancas en la tesorería, ellas dan en su pobreza hasta el máximo de su capacidad. Con frecuencia las tales se privan hasta de las cosas aparentemente necesarias para la vida; mientras que hombres y mujeres poseedores de casas y tierras se aferran a sus tesoros terrenales con tenacidad egoísta, y no tienen bastante fe en el mensaje ni en Dios para colocar sus recursos en su obra. A estos últimos se aplican las palabras de Cristo: “Vended lo que poseéis, y dad limosna”. Lucas 12:33. CMC 62.2