Consejos Sobre la Salud

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Aguas vivas para almas sedientas

El Señor necesita hombres y mujeres sabios que trabajen como enfermeros para confortar y ayudar a los enfermos y a los dolientes... CSI 208.1

Nuestros sanatorios han sido establecidos con el objeto de salvar almas. En nuestro ministerio diario encontramos muchos rostros preocupados y tristes. ¿Qué demuestra la tristeza en esos rostros? La necesidad del alma de la paz de Cristo. Los pobres y entristecidos seres humanos acuden a cisternas rotas, las cuales no pueden contener agua, pensando satisfacer su sed. Permitamos que escuchen una voz que diga: “A todos los sedientos: Venid a las aguas”. Isaías 55:1. “Y no queréis venir a mí para que tengáis vida”. Juan 5:40. CSI 208.2

Deseamos tener sanatorios para que las almas sedientas puedan ser conducidas hacia el agua viva; pero no se trata de sanatorios caros y grandiosos, sino de instituciones con un ambiente hogareño, ubicados en lugares agradables. CSI 208.3

Los enfermos deben alcanzarse, no por medio de grandes edificios, sino mediante el establecimiento de numerosos sanatorios pequeños, que deben ser como luces que brillan en lugares oscuros. Los que se dedican a esta obra deben reflejar la luz que procede del rostro de Cristo. Deben ser como sal que no ha perdido su sabor. Por medio de la obra de los sanatorios, debidamente realizada, la influencia genuina de una religión pura se extenderá a muchas almas. CSI 208.4

Desde nuestros sanatorios, los obreros bien preparados deben salir para dirigirse a lugares en los cuales la verdad nunca ha sido proclamada, a fin de llevar a cabo obra misionera para el Maestro, reclamando para sí la promesa: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo 28:20.—Special Testimonies, Series B 8:13-14 (1907). CSI 208.5