Consejos para los Maestros

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La educación de jóvenes para el ministerio

No se ha prestado suficiente atención a la educación de los jóvenes para el ministerio. Este era el objeto primordial al establecer el colegio. En ningún caso debe pasárselo por alto ni considerárselo como asunto de importancia secundaria. Pero durante varios años, han sido pocos los que han salido de esta institución preparados para enseñar la verdad a otros. Algunos que vinieron a un costo elevado, teniendo en vista el ministerio, han sido alentados por los maestros a seguir un largo curso de estudios, que les ocuparía muchos años, y para obtener recursos con que ejecutar esos planes, han entrado en el colportaje y han renunciado a toda idea de predicar. Es una equivocación. No tenemos muchos años en que trabajar, y los maestros y el director deben estar imbuidos del Espíritu de Dios y trabajar en armonía con su voluntad revelada, en vez de ejecutar sus propios planes. Estamos perdiendo mucho cada año porque no prestamos atención a lo que Dios ha dicho acerca de estos puntos. CM 84.4

Nuestro colegio está destinado por Dios a suplir las necesidades progresivas de este tiempo de peligro y desmoralización. El estudio de los libros solamente, no puede dar a los estudiantes la disciplina que necesitan. Debe echarse un fundamento más amplio. El colegio no fue traído a la existencia para llevar la impresión de una sola mente humana. Los maestros y el director deben obrar juntos como hermanos. Deben consultarse, y también consultar a los ministros y hombres de responsabilidad, y sobre todo, buscar la sabiduría de lo alto, a fin de que todas sus decisiones respecto a la escuela sean de tal índole que puedan ser aprobadas por Dios. CM 85.1

Se necesita una educación más abarcante, una educación que exija al personal docente más reflexión y esfuerzo de lo que exige la simple instrucción en las ciencias. El carácter ha de recibir la debida disciplina para su desarrollo más noble y completo. Los alumnos deben recibir en el colegio una preparación que los habilite para ocupar en la sociedad una posición respetable, honrada y virtuosa, frente a las influencias desmoralizadoras que están corrompiendo a los jóvenes. CM 85.2

Sería bueno que, de ser posible, hubiera en relación con nuestros colegios, tierras para el cultivo y talleres, bajo la dirección de hombres competentes para instruir a los estudiantes en los diversos aspectos del trabajo manual. Mucho se pierde por descuidar la unión del trabajo físico con el mental. Con frecuencia, los estudiantes dedican sus horas libres a placeres frívolos, que debilitan las facultades físicas, mentales y morales. Bajo el poder degradante de la complacencia sensual, por la inoportuna excitación del noviazgo y casamiento, muchos alumnos dejan de llegar a la altura de desarrollo mental que podrían haber alcanzado de otra manera... CM 86.1