Consejos para los Maestros

43/279

Capítulo 11—Nuestro colegio

Hay peligro de que nuestro colegio se aparte de su propósito original. Dios ha dado a conocer su designio, a saber, que nuestro pueblo tenga oportunidad de estudiar las ciencias y al mismo tiempo aprender los requisitos de su Palabra. Deben darse clases bíblicas; y el estudio de las Escrituras debe ocupar el primer lugar en nuestro sistema educativo. CM 84.1

Algunos alumnos han sido enviados desde grandes distancias para asistir al colegio de Battle Creek, con el propósito expreso de recibir instrucción en asuntos bíblicos. Pero durante uno o dos años pasados se ha hecho un esfuerzo para amoldar nuestra escuela a otros colegios. Cuando se obra así, no podemos animar a los padres que envíen a sus hijos al colegio de Battle Creek. CM 84.2

No deben relegarse a último término las influencias morales y religiosas. En tiempos pasados, Dios ha obrado en relación con los esfuerzos de los maestros, y, como resultado de haberse relacionado con el colegio, muchas almas han visto la verdad, la han abrazado, y han regresado a sus casas para vivir, de allí en adelante, para Dios. Al ver que el estudio de la Biblia era parte de su educación, se vieron inducidos a considerarlo como asunto del mayor interés e importancia. CM 84.3