El Gran Movimiento Adventista

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Abandonado por todos los discípulos

Pero con toda la instrucción que Cristo les dio a los discípulos respecto de su muerte y humillación, ellos fueron totalmente incapaces de captar la verdad que les había enseñado referente a su juicio y crucifixión. Ellos tenían una idea muy débil de la verdad cuando vino la prueba, su esperanza murió, y ellos todos “dejándole, huyeron”.44 Aún Pedro, el siempre celoso Pedro, quien con tanta confianza afirmó que si todos los hombres lo abandonaban, él nunca lo haría, unas pocas horas más tarde estuvo negando a su Señor, y con un juramento declaró que no conocía al hombre. Fueron tan lerdos en comprender la declaración del Señor de que al tercer día después de su crucifixión él resucitaría de los muertos, que dudaron y discutieron entre sí, “qué sería aquello de resucitar de los muertos”.45 En realidad, tan vacíos de fe estaban que después que murió, y su cuerpo había sido puesto en la tumba nueva de José, ellos hicieron los preparativos para embalsamarlo. Desaparecida su esperanza –sepultada con Cristo en la tumba− ¡qué sábado pasaron los discípulos! Con corazones cargados de dolor y chasco, y sin un Salvador compasivo y misericordioso, cuya vida había estado llena con actos de ternura y misericordia, cercano para consolar y fortalecer, ¡cuán desolada era su condición! GMA 50.1