El Gran Movimiento Adventista
Parábola del hombre noble
Otra vez el Salvador procuró corregir la idea errónea de que el reino aparecería de inmediato, usando la siguiente parábola mientras él y sus discípulos iban a Jerusalén: “Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo… Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno”.41 En esta parábola el Señor se representó con un hombre noble. Había de ir a un país lejano –a su Padre− y allí recibir el reino, antes de volver para reinar. GMA 49.2
En respuesta a la pregunta de los discípulos, “¿qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?”,42 el Salvador les dio una lista de eventos que habían de ocurrir hasta la gran tribulación que vendría sobre la iglesia, y las señales definidas que ocurrirían. Cuando éstas aparecieran, ellos podrían saber que su venida estaba cercana, aún a las puertas, y que la generación que las viera no saldría del escenario hasta que él viniera.43 GMA 49.3