Manuscritos Inéditos Tomo 1 (Contiene los manuscritos 19-96)
Manuscrito 54—La verdad, la redención, el diezmo
Usar bien la Palabra. La Escritura es toda verdad, pero una aplicación inadecuada de la Escritura lleva a los hombres a conclusiones erróneas. Nos hallamos inmersos en un gigantesco conflicto, que se irá agudizando cada vez más y haciéndose más evidente conforme nos vayamos acercando a la batalla final. Tenemos un adversario que no duerme, y que influye constantemente en las mentes de aquellos que no han tenido una experiencia personal en las enseñanzas del pueblo de Dios durante los últimos cincuenta años. Algunos tomarán la verdad aplicable a su tiempo y la situarán en el futuro. Se convierten en futuros acontecimientos de la secuencia profética que tuvieron su cumplimiento en un pasado lejano, y así, por culpa de esas teorías, se socava la fe MI1 187.1
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Las dos primeras declaraciones solicitadas por el pastor W. E. Read para artículos de Ministry. La tercera solicitada para su uso en un documento del Patrimonio White para ser usada en exposiciones de la actitud de Elena G. de White hacia el diezmo. de algunos.— Ms 31, 1896, p. 3 («Testimony concerning the Views of Prophecy Held by Brother John Bell» [Testimonio relativo a los puntos de vista sobre la profecía defendidos por el hermano John Bell], 8 de noviembre de 1896).
El plan de redención. Dios se propone que el plan de redención llegue a su pueblo como la tardía: porque el pueblo porque está perdiendo rápidamente su conexión con Dios. Confían en el hombre y glorifican al hombre, y su poder es proporcional a la intensidad de su dependencia. Se han abierto ante mí algunos asuntos que se cumplirán en breve. Hemos de saber más de lo que sabemos en el momento actual. Hemos de comprender las cosas profundas de Dios. Hay temas que abordar que son dignos de algo más que una atención pasajera. Los ángeles desean contemplar las verdades que son reveladas al pueblo que escudriña la Palabra de Dios y ora con corazón contrito pidiendo sabiduría, mayor profundidad, amplitud y altura de ese conocimiento que solo Dios puede dar. Personajes que son clasificados como grandes han escrito cientos de comentarios sobre el evangelio y, a medida que nos acerquemos a las escenas finales de la historia de esta tierra, se harán presentaciones aún más maravillosas. Es preciso que estudiemos las Escrituras con corazón humilde y contrito. Los que dediquen sus talentos al estudio de la Palabra de Dios, y especialmente de las profecías que se refieren a estos últimos días, serán recompensados con el descubrimiento de importantes verdades.— Ms 75, 1899, pp. 4, 5 (manuscrito sin título, 11 de mayo de 1899). MI1 188.1
El diezmo. Pregunta usted si acepto su diezmo para usarlo en la causa de Dios donde más se necesite. En respuesta, le diré que no me negaré a hacerlo; pero al mismo tiempo deseo decirle que hay una manera mejor. MI1 188.2
Es mejor confiar en los pastores de la Asociación de su lugar de residencia, y en los dirigentes de la iglesia en la que adora. Acérquese a sus hermanos; ámelos con fervor, con amor verdadero y anímelos a llevar sus responsabilidades en el temor de Dios. «Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza» (1 Tim. 4:12).— Carta 96, 1911, p. 1 (a la Sra. J. J. Gravelle, 29 de diciembre de 1911). MI1 188.3
Patrimonio White, Washington, D. C., 5 de agosto de 1953 MI1 188.4