Testimonios para la Iglesia, Tomo 1

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Sentimientos políticos

Se me mostraron muchas cosas en Róchester, Nueva York, el 25 de diciembre de 1865, concerniente al pueblo de Dios en relación con la obra para estos últimos días. Vi que muchos profesos observadores del sábado no obtendrán la vida eterna. Fracasan en aprender del curso seguido por los hijos de Israel y caen en algunas de sus malas andanzas. Si continúan en estos pecados, caerán como los israelitas y nunca entrarán en la Canaán celestial. “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. 1TPI 466.1

Vi que muchos caerían de este lado del reino. Dios está probando su pueblo, y muchos no soportarán la prueba del carácter, la medida de Dios. Muchos tendrán una labor ardua para vencer sus rasgos de carácter particulares para aparecer sin mancha o arruga, ni cosa semejante, irreprensibles delante de Dios y los hombres. Muchos profesos observadores del sábado no serán de beneficio especial a la causa de Dios o a la iglesia, sin una reforma completa de su parte. Muchos observadores del sábado no están bien delante de Dios con respecto a sus convicciones políticas. No están en armonía con la palabra de Dios, ni se hallan unidos con el cuerpo de los creyentes observadores del sábado. Sus convicciones no están de acuerdo con los principios de nuestra fe. Se ha dado suficiente luz para corregir a todos aquellos que desean ser corregidos. Todos los que aún mantienen sentimientos políticos que no están de acuerdo con la verdad, viven violando los principios del cielo. Por lo tanto, mientras permanezcan así, no pueden poseer el espíritu de libertad y santidad. 1TPI 466.2

Sus principios y posiciones en asuntos políticos son un gran perjuicio para su crecimiento espiritual. Son una vergüenza constante para ellos y un reproche para nuestra fe, y aquellos que persisten en estos principios, eventualmente serán arrastrados justamente donde el enemigo estaría contento de tenerlos, donde finalmente estarán separados de los cristianos observadores del sábado. Estos hermanos no pueden recibir la aprobación de Dios mientras carecen de simpatía por los oprimidos de la raza negra y discrepan con los puros principios republicanos de nuestro gobierno. Dios no tiene más simpatía con la rebelión en la tierra que con la rebelión en el cielo cuando el gran rebelde cuestionó el fundamento del gobierno de Dios y fue echado fuera con todos los que simpatizaron con él en su rebelión. 1TPI 466.3