Testimonios para la Iglesia, Tomo 7

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¿Qué se puede hacer?

El problema que nos confronta es cómo llevar a cabo en mejor forma la tarea en este campo difícil. Los largos años de abandono la hacen mucho más difícil de lo que podría haber sido. Los obstáculos se han estado acumulando. 7TPI 215.3

Se podrían haber efectuado grandes progresos en la obra misionera médica. Algunos sanatorios podrían haberse establecido. Se podrían haber proclamado los principios de la reforma pro salud. Esta obra se debe realizar ahora. Y ni un solo vestigio de egoísmo se debe mezclar con ella. Se la debe llevar a cabo con tanto ahínco, perseverancia y devoción, que abra las puertas a la entrada de la verdad, y en forma permanente. 7TPI 215.4

Hay mucho que los miembros laicos pueden hacer en el Sur, aunque sean personas de poca educación. Hay hombres, mujeres y niños allí que deben aprender a leer. Estas pobres almas desfallecen por falta del conocimiento de Dios, 7TPI 216.1

Nuestro pueblo en el Sur no debe esperar la llegada de predicadores elocuentes y hombres de talento; ellos mismos deben llevar adelante la obra que el Señor ha colocado delante de ellos, y hacer lo mejor que puedan. El aceptará a hombres y mujeres humildes y obrará a través de ellos, aunque no se trate de personas elocuentes ni altamente educadas. Hermanos y hermanas míos, elaboren planes sabios de trabajo y avancen confiados en el Señor. No abriguen el sentimiento de su propia capacidad y previsión. Comiencen y continúen con humildad. Sean una demostración viviente de la verdad. Hagan de la Palabra de Dios su consejera. Entonces la verdad avanzará con poder y las almas se convertirán. 7TPI 216.2

Que algunas familias de observadores del sábado se establezcan en el Sur y vivan la verdad delante de los que no la conocen. Estas familias pueden ayudarse unas a otras, pero cuiden de no hacer nada que estorbe su misión. Presten un servicio cristiano desinteresado, alimentando al hambriento y vistiendo al desnudo. Esto ejercerá una influencia mucho mayor para el bien que la predicación de sermones. Se necesitan acciones de solidaridad, además de palabras. Cristo precedió sus mensajes con actos de amor y benevolencia. Que estos obreros vayan de casa en casa para ayudar donde se necesita ayuda, y a medida que se ofrezca la oportunidad, para relatar la historia de la cruz. Cristo debe ser su libro de texto. No necesitan hablar de temas doctrinales; presenten más bien la obra y el sacrificio de Cristo. Que sus vidas pongan en alto su justicia y revelen su pureza. 7TPI 216.3

El verdadero misionero debe estar armado con la mente de Cristo. Su corazón debe estar henchido de un amor como el suyo; y debe mantenerse verdadero y leal a los principios. 7TPI 216.4

Se deberían establecer escuelas en muchos lugares y los que tengan el corazón lleno de ternura y simpatía y que, como el Salvador, sientan compasión por la miseria y el sufrimiento, deberían dedicarse a la enseñanza de viejos y jóvenes. Enséñese la Palabra de Dios de tal manera que pueda ser comprendida. Anímese a los alumnos a estudiar las lecciones de Cristo. Esto contribuirá más que ningún otro estudio a expandir la mente y fortalecer el intelecto. Nada concede más vigor a los poderes mentales que el contacto con la Palabra de Dios. 7TPI 217.1

Los campos de algodón no constituyen el único medio por el cual la gente de color puede ganarse la vida. Se les debe enseñar cómo preparar el terreno, cómo cultivar diversos productos agrícolas, cómo plantar y cuidar una chacra. Se deben realizar esmerados esfuerzos con el fin de desarrollar sus capacidades. De este modo se despertará en ellos el pensamiento de que son valiosos a la vista de Dios, porque constituyen su propiedad. 7TPI 217.2

Entre la gente de color se encontrarán algunos individuos cuyo intelecto ha permanecido demasiado tiempo en las sombras como para que se puedan adaptar con rapidez a una vida de utilidad. Pero se les puede enseñar a conocer a Dios. Los brillantes rayos del sol de justicia pueden alumbrar las cámaras entenebrecidas de sus mentes. Tienen el privilegio de llevar una vida afin con la vida de Dios. Plántense en sus mentes pensamientos elevados y ennoblecedores. Vívanse delante de ellos vidas que ilustren con claridad la diferencia entre el vicio y la pureza, la oscuridad y la luz. Que puedan leer en sus vidas lo que significa ser cristiano. La cadena que se ha hecho descender del trono de Dios es suficientemente larga como para alcanzar a las mayores profundidades. Cristo puede sacar a los pecadores más empedernidos del abismo de la degradación, y colocarlos donde se los reconocerá como hijos de Dios, y herederos con Cristo de la herencia inmortal. 7TPI 217.3

Muchos se encuentran totalmente desalentados. Se han vuelto indolentes porque se los ha despreciado y desamparado. Se los considera incapaces de comprender o recibir el Evangelio de Cristo. Sin embargo, el milagro de la gracia divina los puede transformar. Mediante el ministerio del Espíritu Santo se disipará la torpeza que hace parecer tan sin esperanza su edificación. La mente entorpecida y anublada se despertará. Se emancipará el esclavo del pecado. La vida espiritual se reavivará y será fortalecida. Desaparecerá el vicio y la ignorancia será vencida. El corazón será purificado y se iluminará la mente mediante la fe que obra por el amor. 7TPI 217.4

Entre la gente de color hay otras personas que poseen percepciones rápidas y mentes brillantes. Muchos de ellos son ricos en fe y confianza. Dios ve entre ellos a joyas que algún día brillarán intensamente. 7TPI 218.1

La gente de color merece recibir más de manos de los blancos de lo que se les ha dado. Miles de ellos poseen mentes susceptibles a ser educadas y elevadas. Si se realiza una labor adecuada con ellos, muchos a quienes se ha considerado como casos perdidos llegarán a ser educadores de su raza. Esta raza que el enemigo había oprimido durante generaciones, se levantará por la gracia de Dios al grado de dignidad que Dios les ha concedido como hombres y mujeres. 7TPI 218.2

El Señor desea que los lugares desérticos del Sur, de aspecto tan aborrecible, se transformen a la semejanza del jardín de Dios. Que nuestro pueblo se levante a redimir el pasado. Sobre nosotros descansa pesadamente la obligación de trabajar por la gente de color. ¿No trataremos de reparar, en la medida de nuestras posibilidades, el daño que se ha hecho a este pueblo en el pasado? ¿No se debe multiplicar el número de misioneros enviados al sur? ¿No escucharemos acerca de muchos voluntarios que estén listos para entrar en este campo para rescatar a las almas de las tinieblas y la ignorancia, y traerlos a la maravillosa luz en la cual nos regocijamos? Dios derramará su Espíritu sobre quienes respondan a su llamado. Con la fuerza de Cristo realizarán una obra que llenará al cielo de regocijo. 7TPI 218.3

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“Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré... Así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad... Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor. Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada, vendaré la perniquebrada y fortaleceré la débil y estableceré con ellos pacto de paz... y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán... Y sabrán que yo Jehová su Dios estoy con ellos... Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehová el Señor”. Ezequiel 34:11-31. 7TPI 218.4