Testimonios para la Iglesia, Tomo 6

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Administración del bautismo

Cuando sea posible, adminístrese el bautismo en un lago, o en un arroyo de agua corriente. Désele a la ocasión toda la importancia que se le pueda impartir. Los ángeles de Dios están siempre presentes en un servicio tal. 6TPI 102.4

El que administra el rito del bautismo debe tratar de que esta ocasión ejerza una influencia solemne y sagrada sobre todos los espectadores. Cada rito de la iglesia debe ser dirigido de manera que su influencia sea elevadora. Nada debe hacerse en forma común o despreciable, ni ponerse al nivel de las cosas comunes. Es necesario enseñar a nuestras iglesias a tener mayor respeto y reverencia por el sagrado servicio de Dios. Mientras los predicadores dirigen los servicios relacionados con el culto de Dios, están educando y preparando a la gente. Los pequeños actos que educan, preparan y disciplinan el alma para la eternidad son de vastas consecuencias para elevar y santificar a la Iglesia. 6TPI 102.5

En toda iglesia debe haber batas bautismales para los candidatos. Esto no debe considerarse como un desembolso innecesario. Es una de las cosas requeridas para acatar la orden: “Pero hágase todo decentemente y con orden”. 1 Corintios 14:40. 6TPI 103.1

No es bueno que una iglesia dependa de batas prestadas por otra. Con frecuencia, cuando se necesitan no se los puede encontrar, por no haberlos devuelto alguien que los pidió prestados. Cada iglesia debe proveer al respecto para sus propias necesidades. Debe crearse un fondo con este fin. Si toda la iglesia participa en el gasto, no resultará una carga pesada. 6TPI 103.2

Las batas bautismales deben ser hechos de una tela apropiada, de algún color oscuro que el agua no dañe, y llevar pesas en la parte inferior. Deben ser vestiduras limpias, de buen corte, y hechas según un modelo aprobado. No debe intentarse adornarlas ni ponerles pliegues. Toda ostentación, sea de adorno o de otra clase, está completamente fuera de lugar. Cuando los candidatos se compenetran de lo que significa el rito, no desearán adornos personales. Nada debe haber, sin embargo, que sea desmañado o feo, pues ofendería a Dios. Todo lo relacionado con este santo rito debe revelar una preparación tan perfecta como sea posible. 6TPI 103.3