Testimonios para la Iglesia, Tomo 6

9/177

Una lección objetiva

Cada congreso campestre debe ser una lección práctica de buen gusto, orden y pulcritud. Debe prestarse cuidadosa atención a la economía y evitar la ostentación, pero todo debe estar limpio y ordenado. El buen gusto y el tacto atraen mucho. En todo lo que hacemos debemos poner en evidencia la disciplina de la organización y el orden. 6TPI 42.2

Todo debe mantenerse ordenado de tal manera que impresione tanto a nuestros propios hermanos como al resto de la gente, acerca de la santidad e importancia de la obra de Dios. Los reglamentos observados en el campamento de los israelitas constituyen un ejemplo para nosotros. Fue Cristo quien dio instrucciones especiales a Israel, aunque también eran para nosotros, los que vivimos en los días finales de este mundo. Debemos estudiar cuidadosamente las especificaciones de la Palabra de Dios, y practicar esas directrices como la voluntad divina. Que todo lo relacionado con el campamento sea puro, sano y limpio. Debe prestarse atención a cada aspecto de los servicios de salubridad; hermanos de sano juicio y discernimiento deben ver que no se permita nada que pueda sembrar la semilla de la enfermedad y la muerte en todo el campamento. 6TPI 42.3

Las carpas deben estar bien atadas a sus postes y siempre que haya posibilidad de lluvia, cada carpa debe acondicionarse con zanjas alrededor. En ningún sentido se debe pasar esto por alto. Enfermedades serias y aún fatales se han contraído por descuidar esta precaución. 6TPI 43.1

Debemos sentir que somos representantes de una verdad de origen celestial. Debemos manifestar las alabanzas de Aquel que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Debemos recordar siempre que los ángeles de Dios caminan por el recinto y observan el orden y el arreglo de cada carpa. Para las numerosas personas que vienen a los campamentos, todos los detalles son una evidencia de la fe y los principios que ostentan quienes dirigen las reuniones. Debe ser la mejor evidencia posible. Todo el entorno debe ser ejemplar. Las habitaciones, en su orden y aseo, que ofrecen una idea de la vida hogareña; debieran ser un continuo sermón respecto a los hábitos, costumbres y prácticas de los adventistas del séptimo día. 6TPI 43.2