Testimonios para la Iglesia, Tomo 6

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Cómo comunicarse con las multitudes

Cristo dijo a sus discípulos en el Sermón del monte: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” Mateo 5:14-16. Si nuestros congresos campestres se conducen en forma apropiada, serán en verdad una luz en el mundo. Debieran realizarse en las grandes metrópolis y ciudades donde el mensaje de la verdad no se ha proclamado, y continuar durante dos o tres semanas. Ocasionalmente puede ser aconsejable tener estos congresos en períodos sucesivos en el mismo lugar; pero, como regla, el lugar de las reuniones debe ser diferente de año en año. En vez de tener congresos campestres gigantescos en unos pocos lugares, sería más beneficioso tener reuniones más pequeñas en más lugares. Así la obra se extenderá constantemente a nuevos sectores. Tan pronto como el estandarte de la verdad se levante en una localidad, y los nuevos conversos ya no abriguen dudas ni errores, debemos hacer planes para entrar a nuevos territorios. Nuestros congresos campestres tienen poder, y cuando se realizan en un lugar donde la comunidad puede ser conmovida, tendrán un poder mucho mayor que cuando, por la conveniencia de nuestros miembros, se lleven a cabo donde el interés público haya disminuido a causa de reuniones anteriores o del rechazo de la verdad. 6TPI 41.1

Ha sido un error al celebrar los congresos en lugares apartados, y al repetirlos en el mismo lugar año tras año. Esto se ha hecho para reducir gastos y esfuerzos, pero los ahorros debieran hacerse en otros aspectos. Especialmente en lugares nuevos, una carencia de medios a menudo hace difícil hacer frente a los gastos generados por un congreso campestre. Es necesario ejercer cuidado en la economía y elaborar planes que no exijan grandes gastos, porque de esa manera puede ahorrarse mucho. Sin embargo, hay que cuidar de no perjudicar la obra por el afán de ahorrar. Este método de presentar la verdad a la gente ha sido establecido por Dios. Cuando se trabaja por las almas y se presenta la verdad a quienes no la conocen, no hay que detenerla por ahorrar dinero. 6TPI 41.2

Nuestros congresos campestres deben conducirse de tal manera que logren el máximo posible de bendiciones. Que la verdad sea presentada y representada apropiadamente por aquellos que creen en ella. Lo que el mundo necesita es luz, luz del cielo; y todo aquello que manifieste que Cristo es luz. 6TPI 42.1