Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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Un peligro que se debe evitar

Al educarse así los alumnos, se los vuelve más incapaces de realizar una labor aceptable para el Maestro. El agotamiento que experimentan con el propósito de adquirir un conocimiento dentro de la línea de estudios médicos los inhabilita para trabajar como debieran en el ramo ministerial. El cansancio físico y mental es ocasionado por la fatiga excesiva del estudio, y porque a los estudiantes se los insta a trabajar indebidamente en favor de las personas marginadas y degradadas de la sociedad. Por eso algunos se descalifican para realizar la obra que podrían haber hecho si hubieran iniciado una obra misionera donde fuese necesario hacerla, y permitido que la fase médica fuera introducida como parte esencial para relacionarse con la obra del ministerio evangélico en general, así como la mano está unida al cuerpo. La vida no ha de ponerse en peligro al procurar una educación médica. En algunos casos existe el peligro de que los estudiantes arruinen su salud y se inhabiliten para rendir el servicio que habrían podido prestar si no se les hubiera animado de modo impropio a tomar el curso de la medicina. 8TPI 175.2

A menudo se graban en la mente opiniones falsas que inducen a seguir una línea de conducta imprudente. Los estudiantes deben tener tiempo para hablar con Dios, tiempo para vivir cada hora en comunión consciente con los principios de la verdad, la justicia y la misericordia. Es esencial que se haga ahora un examen sincero del corazón. El estudiante debe situarse donde pueda extraer beneficio de la Fuente del poder espiritual e intelectual. Debe exigir que toda causa que requiera su simpatía y cooperación tenga la aprobación del raciocinio que Dios le ha dado y de su conciencia, la cual está bajo el dominio del Espíritu Santo. No ha de dar un paso que no esté en armonía con los principios profundos y sagrados que le suministran luz a su alma y vigor a su voluntad. Es sólo de esta manera como podrá rendirle el mayor servicio a Dios. No debe enseñársele que la obra médica misionera lo sujetará a ningún otro ser humano que le dicte cuál ha de ser su obra. 8TPI 176.1

La obra médica misionera no debe separarse de la organización eclesiástica. Que no se les ocurra pensar a los estudiantes de medicina que son responsables solamente ante los jefes de la obra médica. Hay que permitir que queden libres para recibir los consejos de Dios. No han de comprometer su futuro a nada que algún ser humano imperfecto les trace. Que ni un hilo de egoísmo vaya a entretejerse en la tela; que no se conciba ningún proyecto que tenga el menor asomo de injusticia. El yo no ha de dominar ninguna línea de trabajo. Recordemos que estamos trabajando individualmente en plena vista del universo celestial. 8TPI 176.2