Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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“Llamado a recordar los días antiguos”

¿Por qué el antiguo Israel se olvidó tan fácilmente de las intervenciones de Dios? El pueblo no retuvo en su memoria sus grandes y poderosas obras y sus palabras de advertencia. De haber recordado sus formidables intervenciones en su favor, no hubiese sido necesario que recibieran la siguiente reprensión: 8TPI 124.1

¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre,
que es mortal, y del hijo del hombre, que es como heno?
Y ya te has olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra;
y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige,
cuando se disponía para destruir.
¿Pero en dónde está el furor del que aflige? Isaías 51:12, 13.
8TPI 124.2

Pero los hijos de Israel se olvidaron de Dios, al cual pertenecían por creación y redención. Después de ver sus obras maravillosas, lo tentaron. 8TPI 125.1

A los israelitas fueron encomendados los oráculos sagrados. Pero la palabra revelada de Dios fue malinterpretada y mal aplicada. El pueblo despreció la palabra del Santo de Israel. 8TPI 125.2

Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos
es la casa de Israel,
y los hombres de Judá planta deliciosa suya.
Esperaba juicio, y he aquí vileza;
justicia, y he aquí clamor.
¡Ay de los que... no miran la obra de Jehová,
ni consideran la obra de sus manos.
Por lo tanto, mi pueblo fue llevado cautivo,
porque no tuvo conocimiento...!
¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo;
que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas, luz;
que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
¡Ay de los sabios en sus propios ojos,
y de los que son prudentes delante de sí mismos!
Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo,
y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre,
y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron
la palabra del Santo de Israel. Isaías 5:7, 11-13, 20, 21, 24.
8TPI 125.3