Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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Un ejemplo de la obra que hemos de hacer

“Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan...”. Hechos 8:14. El Espíritu de Dios estaba a la espera de iluminar a las almas y convertirlas a la verdad. 8TPI 65.1

Fijaos cuánto esfuerzo se hizo en favor de un solo hombre, un etíope: “Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y vé hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace la reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. 8TPI 65.2

“Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él... 8TPI 65.3

“Entonces Felipe... comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 8TPI 65.4

“Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. 8TPI 65.5

“Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea”. Hechos 8:26-40. 8TPI 65.6

En esta experiencia de Felipe y el etíope está presentada la obra a la cual Dios llama a su pueblo. El etíope representa a cierta clase numerosa de personas que necesitan misioneros como Felipe, misioneros que oigan la voz de Dios y vayan adonde él los mande. Hay personas en el mundo que leen las Escrituras, pero que no pueden entender su significado. Se necesitan hombres y mujeres que tengan un conocimiento de Dios para explicarles la Palabra a estas almas. 8TPI 66.1