Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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La obra misionera dentro y fuera del país

Granville, Australia,

24 de julio de 1895.

El campo de Dios es el mundo. Jesús dijo a sus discípulos: “Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. “Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”. Hechos 1:8; Lucas 24:47. Pedro dijo a los creyentes: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”. Hechos 2:39. 8TPI 64.1

Dios declara: “Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío”. Oseas 2:23. 8TPI 64.2

“Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra”. Isaías 49:6. 8TPI 64.3

Dios ha derramado su Espíritu Santo en abundancia sobre los creyentes de Battle Creek. ¿Qué uso se les ha dado a estas bendiciones? ¿Habéis hecho como hicieron los hombres sobre quienes fue derramado el Espíritu Santo el día de Pentecostés? Ellos “iban por todas partes anunciando el evangelio”. Hechos 8:4. ¿Se ha visto este fruto en Battle Creek? ¿Ha sido la iglesia enseñada por Dios a saber cuál es su deber y a reflejar la luz que ha recibido? 8TPI 64.4