Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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Advertencias y consejos dados a la iglesia de Battle Creek*

Granville, Australia,

20 de julio de 1894.

Deseo recordarles a mis hermanos las amonestaciones y advertencias que me han sido dadas concernientes a la inversión constante de recursos en Battle Creek para proveer un poco más de espacio, o para tener mayores comodidades. Hay que entrar en nuevos campos; la verdad ha de ser proclamada como testimonio a todas las naciones. En estos nuevos campos la obra se ve impedida a tal punto que el estandarte de la verdad no puede ser levantado en alto como debiera. Mientras que nuestros hermanos de Estados Unidos se sienten libres para invertir recursos en edificios que el tiempo revelará que no eran necesarios y que hubiera sido mejor no tenerlos, se absorben miles de dólares que el Señor pedía que fueran gastados en “regiones de ultramar”. Yo he presentado las advertencias y la amonestación como palabra del Señor; pero mi corazón se ha entristecido al ver que, a pesar de todas ellas, se han absorbido recursos para satisfacer estas supuestas necesidades; se ha añadido edificio tras edificio de manera que el dinero no se ha podido emplear en lugares donde no hay comodidades, ningún edificio para la adoración pública de Dios o para brindarle carácter a la obra, ningún lugar donde el estandarte de la verdad pudiera ser levantado. Estas cosas yo las he presentado ante vosotros; y, sin embargo, habéis seguido adelante de la misma manera, absorbiendo recursos, los recursos de Dios, en una localidad, cuando el Señor ha declarado que ya se había invertido demasiado en un solo lugar, indicando que no había nada en otros lugares, donde debía haber edificios e instalaciones, para lograr aunque sea un comienzo. 8TPI 55.1

¿Qué llamado fue el que oísteis para invertir miles de dólares en planteles de escuela adicionales? Os imaginasteis que este gasto era necesario, pero ¿no escuchasteis las súplicas que os llegaron de no invertir el dinero de esta manera? 8TPI 56.1