Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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Renovación del testimonio directo

El Señor quiere que se repita la proclamación del testimonio directo dado en los años pasados. Desea una renovación espiritual. Las energías espirituales de su pueblo han permanecido adormecidas por mucho tiempo; pero deben resucitar de esa muerte aparente. 8TPI 312.4

Por la oración y la confesión de nuestros pecados, debemos preparar el camino del Rey. Mientras lo hagamos, vendrá a nosotros el poder del Espíritu. Necesitamos la energía del Pentecostés, y ella vendrá porque el Señor prometió enviar su Espíritu. 8TPI 312.5

Nos esperan tiempos peligrosos. Todo aquel que tiene conocimiento de la verdad deberá despertarse y colocarse en cuerpo, alma y mente bajo la disciplina de Dios. El enemigo nos persigue; debemos estar bien despiertos y prevenidos contra él; debemos revestir la armadura completa de Dios; debemos seguir las directivas que nos han sido dadas por el espíritu de profecía. Debemos amar la verdad presente y obedecerla. Esto nos preservará de aceptar graves errores. Dios nos ha hablado por su Palabra, por los testimonios enviados a la iglesia y por los libros que han contribuido a explicar nuestro deber presente y la posición que debiéramos ocupar actualmente. Debemos prestar atención a las advertencias que nos han sido dadas línea tras línea, precepto tras precepto; si las descuidamos, ¿de qué excusa nos valdremos? 8TPI 312.6

Suplico a los que trabajan por Dios que no acepten lo falso por lo auténtico. No pongáis la razón humana donde debiera estar la verdad divina y santificadora. Cristo espera la ocasión de encender la fe y el amor en el corazón de sus hijos. Ninguna doctrina errónea reciba apoyo de parte del pueblo que debiera estar afirmado sobre el pedestal de la verdad eterna. Dios nos invita a que nos aferremos a los principios fundamentales que están basados sobre una autoridad indiscutible. 8TPI 313.1