Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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Palabras de advertencia

Vivimos en un tiempo de especial peligro para la juventud. Satanás sabe que el fin del mundo viene pronto, y está determinado a aprovechar la menor oportunidad para presionar a hombres y mujeres jóvenes a que le presten servicio. Inventará muchos engaños atractivos para desviarlos. Debemos considerar cuidadosamente las palabras de advertencia escritas por el apóstol Pablo: 8TPI 235.3

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”. 2 Corintios 6:14-18. 8TPI 235.4

Me ha sido dada luz especial concerniente a la razón por la cual podemos lograr mucho más por el Maestro estableciendo numerosos sanatorios pequeños que por la edificación de unas pocas instituciones médicas. En las instituciones grandes se recluirían muchos que no están muy enfermos, pero quienes, como turistas, buscan el descanso y el placer. Éstos tendrían que ser atendidos por enfermeras y auxiliares. Hombres y mujeres jóvenes, que desde temprana edad han sido protegidos contra la asociación con los mundanos, serían puestos en contacto con personas mundanas de todas clases, y en mayor o menor grado se verían influenciados por lo que ven y oyen. Se contagiarían con aquellos con quienes se relacionan, y perderían con eso la sencillez y la modestia que padres cristianos han defendido y atesorado por medio de la instrucción cuidadosa y la oración ferviente. 8TPI 235.5

Estamos viviendo en medio de los peligros de los últimos días. Es necesario que se efectúen declaraciones definidas y enfáticas para advertirle al pueblo el peligro de permitir que niños que necesitan el cuidado y la instrucción de los padres dejen sus hogares para irse a lugares donde se tienen que codear con personas mundanas amantes del placer e irreligiosas. 8TPI 236.1

En muchos hogares el padre y la madre han permitido que los niños sean los que gobiernan. Tales niños están en un peligro aún mayor cuando entran en contacto con influencias opuestas a la piedad que los que han aprendido a obedecer. No habiendo recibido el necesario adiestramiento disciplinario, piensan que pueden hacer lo que les venga en gana. Un conocimiento de lo que significa obedecer los hubiera fortalecido para resistir las tentaciones, pero es algo que sus padres no les han impartido. Cuando estos jóvenes indisciplinados ingresan en una institución enorme, donde hay muchas influencias opuestas a la espiritualidad, se ponen en grave peligro, y a menudo su permanencia en la institución resulta en daño para ellos mismos y para la institución. 8TPI 236.2

La instrucción que yo he recibido es la de advertirles a los padres cuyos niños no tienen firmeza de principios o una clara experiencia cristiana, que no los manden fuera del hogar a lugares distantes, donde van a estar ausentes por muchos meses y quizás años, y posiblemente se les implante en la mente las semillas de la incredulidad e infidelidad. Es más seguro, y más recomendable, mandar a tales jóvenes a las escuelas y sanatorios más cercanos a sus hogares. Que los jóvenes cuyos caracteres están en formación se mantengan alejados de los lugares donde tendrían que mezclarse con una gran compañía de incrédulos, y donde las fuerzas del enemigo están firmemente atrincheradas. 8TPI 236.3

Que los gerentes de nuestros sanatorios mayores se esfuercen esmeradamente por emplear a personas mayores como ayudantes en estas instituciones. En visiones de la noche estaba yo en una grande asamblea donde este asunto estaba bajo consideración. A los que estaban haciendo planes de enviar a sus hijos indisciplinados a Battle Creek, Uno que tenía autoridad dijo: 8TPI 237.1

“¿Os atrevéis a hacer este experimento? La salvación de vuestros hijos vale más que la educación que recibirían en este lugar, donde están continuamente expuestos a la influencia de los incrédulos. Muchos de los que vienen a esta institución no están convertidos. Están llenos de orgullo y no están vinculados con Dios mediante la fe. Muchos de los jóvenes y de las jóvenes a quienes les toca servir a estas personas mundanas no han tenido más que una corta experiencia cristiana, y fácilmente pueden enredarse en las redes echadas a sus pies”. 8TPI 237.2

“¿Y qué se puede hacer para remediar este mal?” preguntó uno de los presentes. El Orador replicó: “En vista de que os habéis puesto en esta situación peligrosa, traed a hombres y mujeres de edad madura a la institución para que ejerzan una influencia contraria en favor del bien. El cumplimiento de un plan tal causaría que haya un aumento en los gastos corrientes del sanatorio, pero pudiera ser una manera efectiva para proteger la fortaleza y guarecer a la juventud de la institución contra las influencias malsanas a que están expuestos ahora. 8TPI 237.3

“Padres, guardianes, colocad a vuestros hijos en escuelas de adiestramiento donde las influencias sean semejantes a las de una escuela de hogar bien administrada; escuelas donde los maestros los lleven adelante de punto en punto y en las cuales la atmósfera espiritual tenga olor de vida para vida”. 8TPI 237.4

Las palabras de advertencia e instrucción que yo os he escrito concernientes al envío de nuestra juventud a Battle Creek para recibir adiestramiento para el servicio en la causa del Señor no son palabras vanas. Algunos jóvenes temerosos de Dios pasarán la prueba, pero no es seguro para nosotros privar de nuestro mejor cuidado y protección aun a los más concienzudos. Que los jóvenes que han recibido una sabia instrucción y adiestramiento de parte de sus padres sigan o no siendo santificados en la verdad después de haber salido de sus hogares, depende en gran medida de la clase de influencia a que sean sometidos por las personas de quienes ellos esperan recibir una enseñanza cristiana. 8TPI 238.1

He recibido instrucción de reiterar para mis hermanos y hermanas la advertencia y exhortación que Pablo mandó a la iglesia de Tesalónica: 8TPI 238.2

“Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia. Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por la gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”. 2 Tesalonicenses 2:7-17. 8TPI 238.3

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Septiembre de 1903. Al considerar el estado de las cosas en Battle Creek, tiemblo por nuestros jóvenes que asisten allí. La luz que el Señor me ha dado de que los jóvenes no debieran acudir a Battle Creek para recibir su educación, no ha cambiado en ningún particular. El hecho de que el sanatorio haya sido reedificado no modifica la luz. Lo que en el pasado hizo de Battle Creek un lugar inapropiado para la educación de nuestra juventud, lo hace inapropiado hoy en lo que a influencia se refiere. 8TPI 239.1

Cuando se recibió la instrucción de salir de Battle Creek, el ruego fue: “Estamos aquí bien establecidos. Sería imposible mudamos sin ocasionar gastos enormes”. 8TPI 239.2

El Señor permitió que el fuego consumiera los edificios principales de la (casa publicadora) Review and Herald y el sanatorio, y así quitó de en medio la mayor objeción que se levantaba contra la salida de Battle Creek. Era su designio que en vez de reedificar el único sanatorio grande, nuestro pueblo levantara establecimientos en varios lugares. Estos sanatorios más pequeños debieron haberse establecido donde se pudieran adquirir terrenos con fines agrícolas. Es el plan de Dios que la agricultura esté vinculada a la obra de nuestros sanatorios y escuelas. Nuestra juventud necesita la educación que se obtiene en este ramo de trabajo. Es bueno y más que bueno, es esencial que se hagan esfuerzos para llevar a cabo el plan del Señor al respecto. 8TPI 239.3

¿Animaremos a nuestros más prometedores hombres y mujeres jóvenes que vayan a Battle Creek para obtener su adiestramiento para el servicio, donde estarán rodeados de tantas influencias que los puedan desviar? El Señor me ha revelado algunos de los peligros que la juventud conectada con un sanatorio tan grande tendrá que encarar. Muchos de los hombres y mujeres ricos que patrocinan esta institución serán una fuente de tentación para los auxiliares. Algunos de estos auxiliares se convertirán en los favoritos de pacientes acaudalados y éstos les ofrecerán grandes incentivos para que se conviertan en sus empleados. Por la influencia del despliegue mundanal de algunos de los que han sido huéspedes del sanatorio, ya se ha sembrado cizaña en el corazón de hombres y mujeres jóvenes empleados como auxiliares y enfermeras. Esta es la manera en que Satanás está obrando. 8TPI 239.4

Porque el sanatorio está donde no debiera estar, ¿tendremos en nada la palabra del Señor concerniente a la educación de nuestra juventud? ¿Permitiremos que nuestros jóvenes más inteligentes de las iglesias en todas nuestras asociaciones sean colocados donde algunos de ellos perderán su sencillez por medio del roce con hombres y mujeres que no tienen el temor de Dios en su corazón? ¿Permitirán los que están a cargo de nuestras asociaciones que nuestros jóvenes, quienes pudieran ser adiestrados para el servicio del Señor, sean atraídos a un lugar de donde por años el Señor le ha pedido a su pueblo que salga? 8TPI 240.1

Es nuestro deseo que la juventud sea preparada de tal manera que puedan ejercer una influencia salvadora en nuestras iglesias, trabajando en favor de una mayor unidad y una consagración más profunda. Los hombres podrán no ver la necesidad del llamamiento para que las familias salgan de Battle Creek y se radiquen en lugares donde puedan hacer la obra médica misionera. Pero el Señor ha hablado. ¿Pondremos en tela de juicio sus palabras? 8TPI 240.2