Testimonios para la Iglesia, Tomo 9

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Un servicio gozoso

Todos los que se mantienen en comunión con Dios encontrarán abundancia de trabajo para él. Los que obran con el espíritu del Maestro, y tratan de alcanzar a las almas con la verdad, no encontrarán aburrida ni pesada la obra de conducir a las almas hacia Cristo. Se les ha encomendado una obra como mayordomos de Dios, y obtendrán cada vez mayor vitalidad a medida que se den por entero al servicio de Dios. Abrir las Escrituras para que otros las conozcan es una obra que llena de gozo. 9TPI 96.3

Educad a hombres y mujeres jóvenes para que se conviertan en obreros en sus propios vecindarios y en otros lugares. Que todos determinen adquirir habilidad para llevar a cabo la obra para este tiempo, y que se preparen para hacer el trabajo al que mejor se adapten. 9TPI 96.4

Muchos jóvenes que han recibido la educación debida en sus hogares deben ser preparados para el servicio y animados a elevar el estandarte de la verdad en nuevos lugares por medio de un trabajo bien planeado y fielmente realizado. Al relacionarse con nuestros ministros y obreros experimentados en el trabajo en la ciudad, obtendrán un entrenamiento apropiado. Actuando bajo la dirección divina y sostenidos por las oraciones de sus compañeros en la obra de más experiencia, pueden llevar acabo un trabajo satisfactorio y bendecido. Al unir sus esfuerzos con el de los obreros de más edad, y al utilizar sus energías juveniles en forma provechosa, tendrán el compañerismo de los ángeles celestiales; y como colaboradores de Dios, tienen el privilegio de cantar, orar, creer y trabajar con valor y libertad. La confianza que los seres celestiales les infundirán a ellos y a sus colaboradores, los inducirá a la oración y la alabanza, y a la sencillez de la fe auténtica. 9TPI 96.5

No debieran demorarse los planes para preparar a los miembros de la iglesia. Elegid para que trabajen en las grandes ciudades a personas que sean totalmente consagradas y que comprendan el carácter sagrado y la importancia de la obra. No enviéis a los que no estén calificados en este sentido. Se necesitan personas que promuevan los triunfos de la cruz, que perseveren bajo el desánimo y las privaciones, que tengan el valor, el celo, la determinación y la fe que son indispensables en el campo misionero. Y a los que no trabajen personalmente, quisiera decirles: No pongáis trabas a los que están dispuestos a trabajar, sino dadles ánimo y prestadles apoyo. 9TPI 97.1

Toda esta obra de preparación debiera ir acompañada por una ferviente búsqueda del Señor para recibir su Espíritu Santo. Destacad esto ante los que están dispuestos a dedicarse al servicio del Maestro. El mundo observa nuestro comportamiento. Cada acto es escudriñado y observado. Hay que cultivar con diligencia las gracias cristianas, para que los que profesan la verdad puedan enseñarla a otros tal como es en Jesús, para que ellos mismos sean ejemplos y nuestros enemigos no puedan decir nada malo de ellos. Dios pide que haya mayor piedad, santidad de vida y pureza de comportamiento, de acuerdo con los principios elevadores y santificadores que profesamos. Las vidas de los obreros de Cristo debieran ser de tal naturaleza que los incrédulos, al ver su santo comportamiento y conversación circunspecta, puedan ser encantados por la fe que produce tales resultados. 9TPI 97.2