Testimonios para la Iglesia, Tomo 9

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Otro aspecto de la obra de publicaciones

Después de eso nos encontrábamos en reuniones campestres y con grandes congregaciones en nuestras iglesias, donde los ministros presentaban claramente los peligros de los tiempos en que vivimos, y la gran importancia de apresurar la circulación de nuestras publicaciones. En respuesta a estas exhortaciones, los miembros se adelantaron y compraron numerosos libros. Algunos tomaron unos pocos y otros adquirieron muchos. La mayor parte pagó por los libros adquiridos. Unos pocos hicieron arreglos para pagar más tarde. 9TPI 59.1

Debido a que los libros se vendían a bajo precio, algunos puestos a precio especial para la ocasión, eran adquiridos en grandes cantidades; algunos por personas que no eran de nuestra fe. Dijeron: “Estos libros deben contener mensajes para nosotros. Estas personas están dispuestas a realizar sacrificios a fin de que podamos tenerlos, de modo que los adquiriremos para nosotros y nuestros amigos”. 9TPI 59.2

Pero algunos de nuestros miembros se mostraron descontentos. Uno de ellos dijo: “Hay que detener esto; si no, nuestro negocio se echará a perder”. Mientras un miembro se alejaba con una cantidad de libros en sus brazos, un colportor le puso una mano en el hombro y le dijo: “Hermano, ¿qué hace usted con tantos libros?” Luego escuché la voz de nuestro Consejero que decía: “No se lo prohibáis. Esta es una obra que debe realizarse. El fin está cerca. Ya se ha perdido mucho tiempo, cuando estos libros debieran haber estado circulando. Vendedlos en lugares cercanos y lejanos. Distribuidlos como las hojas en el otoño. Esta obra debe continuar sin la interferencia de nadie. Las almas perecen sin Cristo. Dejad que sean advertidas de su próxima venida en las nubes de los cielos”. 9TPI 59.3

Vi que algunos obreros estaban deprimidos. Uno lloraba mientras decía: “Estos están cometiendo una injusticia con la obra de publicaciones al comprar los libros a un precio tan bajo; además, esto nos está privando de una parte de los ingresos que debieran sostener nuestra obra”. La Voz replicó: “No estáis experimentando ninguna pérdida. Estos obreros que adquieren los libros a precio reducido no hubieran podido obtenerlos si no hubiera sido por este así llamado sacrificio. Muchos compran ahora para sus amigos y para ellos mismos, que de otro modo no hubieran pensado en comprar”. 9TPI 59.4