Testimonios para la Iglesia, Tomo 9

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Hay que pagar las deudas

Dios desea que aprendamos lecciones de las experiencias pasadas. A él no le agrada que sus instituciones se endeuden. Ha llegado el tiempo cuando tenemos que dar un carácter distintivo a la obra al rehusar construir edificios grandes y costosos. No tenemos que repetir los errores cometidos en el pasado y hundirnos cada vez más en el pozo de las deudas. Debemos, en cambio, procurar definidamente pagar las deudas que todavía pesan sobre nuestras instituciones. Las iglesias pueden ayudar en esto si así lo desean. Los miembros a* quienes Dios ha concedido recursos pueden invertir su dinero en la causa, sin cobrar intereses, o bien aplicando intereses bajos; y mediante sus ofrendas voluntarias pueden contribuir a sostener la obra. El Señor nos pide que devolvamos con gozo una parte de los bienes que nos ha prestado y que así nos convirtamos en sus benefactores. 9TPI 58.4