Testimonios para la Iglesia, Tomo 9

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El uso del diezmo

Dios ha dado instrucciones especiales para el uso del diezmo. No quiere que su obra se vea estorbada por la falta de recursos. Para evitar que la obra se haga en forma descuidada y se cometan errores, ha presentado claramente cuál es nuestro deber en relación con estos puntos. La porción que Dios se ha reservado no debe desviarse para ningún otro propósito que no sea el que él ha especificado. Que nadie se sienta con derecho a retener el diezmo para usarlo de acuerdo con su propio juicio. No deben usarlo con fines personales en caso de una emergencia, ni dedicarlo a un fin específico, aun en lo que consideren que es la obra del Señor. 9TPI 199.1

El ministro, por medio de la palabra y el ejemplo, debe enseñar a la gente a considerar el diezmo como algo sagrado. No debe pensar que, por ser ministro, puede retener el diezmo y usarlo siguiendo los dictados de su juicio personal. No le pertenece. No puede tomarse la libertad de dedicar para sí mismo lo que piensa que le corresponde. No debe apoyar ningún plan para desviar de su uso legítimo el uso de los diezmos y las ofrendas que han sido dedicados a Dios. Deben colocarse en su tesorería y destinarse para su servicio, tal como él lo ha establecido. 9TPI 199.2

Dios desea que sus mayordomos sigan con exactitud las disposiciones divinas. No deben desvirtuar los planes de Dios efectuando alguna obra de caridad, haciendo una donación o dando una ofrenda cuando ellos, los agentes humanos, lo vean conveniente. Es un procedimiento muy pobre intentar mejorar los planes de Dios e inventar un substituto, y luego promediar las donaciones hechas como resultado de buenos impulsos ocasionales y compararlas con los requerimientos del Señor. Dios pide que todos respeten sus disposiciones. Ha dado a conocer su plan, y todos los que colaboran con él deben promover ese plan en lugar de atreverse a tratar de mejorarlo. 9TPI 199.3

El Señor instruyó a Moisés: “Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas”. Éxodo 27:20. Esta debía ser una ofrenda continua, para que la casa de Dios estuviera debidamente provista con lo que se necesitaba para su servicio. Su pueblo de la actualidad debe recordar que la casa de culto es propiedad del Señor y que se debe cuidar escrupulosamente. Pero los fondos para este fin no deben proceder del diezmo. 9TPI 199.4

Se me ha dado un mensaje muy claro y definido para nuestro pueblo. Se me ha pedido que les diga que están cometiendo un error al aplicar el diezmo a diversos objetivos que, aunque son buenos en sí mismos, no son los objetivos a los cuales el Señor ha dicho que debe dedicarse el diezmo. Quienes dedican el diezmo a esos fines, se están apartando de las disposiciones de Dios. El Señor juzgará esas cosas. 9TPI 200.1

Alguien puede pensar que el diezmo se puede aplicar al sostenimiento de una escuela de iglesia. Otros pueden decir que los colportores debieran sostenerse con el diezmo. Pero se comete un grave error cuando se desvía el diezmo del objetivo para el cual se ha establecido, que es el sostén de los ministros. Debiera haber en la actualidad en el campo cien obreros bien capacitados donde ahora hay uno solo. 9TPI 200.2