Testimonios para la Iglesia, Tomo 5

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Ejemplos de fidelidad heroica hacia Dios

José, al ser honrado por los egipcios, no ocultó su lealtad hacia Dios. 5TPI 496.3

Elías, en medio de una apostasía general, no procuró esconder el hecho de que servía al Dios del cielo. Los profetas de Baal eran cuatrocientos cincuenta, sus sacerdotes cuatrocientos y miles sus adoradores; mas Elías no intentó dar la impresión de que estaba del lado popular. Espléndidamente se mantuvo solo. La montaña estaba atestada de un gentío en anhelante expectativa. El rey se presentó en toda su pompa, y los idólatras, confiados en que iban a triunfar, lo recibieron con aclamaciones. Pero Dios había sido grandemente deshonrado. Un hombre, y solamente uno, parecía vindicar el honor de Dios. En tonos claros como de trompeta, Elías se dirigió a la vasta multitud: “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él” 1 Reyes 18:21. El resultado fue que el Señor Dios, que rige los cielos, fue vindicado, y los adoradores de Baal fueron sometidos a muerte. ¿Dónde están los Elías de hoy? 5TPI 496.4

La historia de Daniel es extraordinaria. Vivió su fe y sus principios arrostrando gran oposición. Fue condenado a muerte porque no cedió en lo mínimo con respecto a su lealtad hacia Dios aun en vista del decreto del rey. Hoy día pudiera decirse que es ser justo en demasía irse a arrodillar y orar frente a una ventana abierta tres veces al día, consciente de que ojos intrusos lo observaban y que sus enemigos estaban listos para acusarlo de deslealtad hacia el rey; mas Daniel no iba a permitir que ningún poder terrenal se interpusiera entre él y su Dios, aun bajo la perspectiva de muerte en el foso de los leones. Aunque Dios no impidió que Daniel fuese lanzado dentro del foso de los leones, un ángel entró con él y tapó sus bocas para que ningún mal le sobreviniera; y en la mañana, cuando el monarca lo llamó, él respondió: “Mi Dios envió a su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo”. Daniel 6:22. Era un noble y constante siervo de Dios. 5TPI 497.1

No se gana nada por medio de la cobardía o teniendo temor de dar a conocer que somos el pueblo de Dios que guarda sus mandamientos. El ocultar nuestra luz, como si nos avergonzáramos de nuestra fe, resultará sólo en desastre. Dios nos dejará a merced de nuestra propia debilidad. Que el Señor nos libre de rehusar que nuestra luz brille en cualquier lugar adonde él nos llame. Si nos aventuramos a avanzar solos, siguiendo nuestras propias ideas, nuestros propios planes, dejando a Jesús atrás, no podemos esperar ganar fuerzas, valor o brío espiritual. Dios ha tenido sus héroes morales, y los tiene hoy día: son aquellos que no se avergüenzan de ser su pueblo especial. Su voluntad y sus planes están sometidos a la ley de Dios. El amor de Jesús los ha llevado a no estimar sus propias vidas como preciosas. Su obra ha sido la de captar la luz que proviene de la Palabra de Dios y dejarla brillar en el mundo con rayos claros y constantes. Su lema es: “Lealtad al Señor”. 5TPI 497.2