Obreros Evangélicos

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En contacto con los demás

Toda asociación en la vida pide que se ejerza dominio propio, tolerancia y simpatía. Somos tan diferentes en disposición, hábitos y educación, que varían nuestros modos de considerar las cosas. Juzgamos diferentemente. Nuestra comprensión de la verdad, nuestras ideas en cuanto a la conducta de la vida, no son iguales en todo respecto. No hay dos personas que tengan la misma experiencia en todo detalle. Las pruebas de uno no son las pruebas de otro. Los deberes que uno encuentra ligeros, son para otro muy difíciles y penosos. OE 487.1

Tan frágil, tan ignorante, tan susceptible a equivocarse es la naturaleza humana, que cada uno debe tener cuidado en cuanto a su estimación de los demás. Poco sabemos de la influencia que tendrán nuestros actos sobre la experiencia de otros. Lo que hacemos o decimos puede parecernos de poca monta, cuando, si nuestros ojos pudiesen abrirse, veríamos que de ello dependen los resultados más importantes para bien o para mal. OE 487.2