Obreros Evangélicos

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El empleo del diezmo

El predicador debe, por precepto y ejemplo, enseñar a la gente a considerar el diezmo como sagrado. No debe creer que puede retenerlo y emplearlo según su propio criterio porque sea predicador. No le pertenece. No tiene libertad de dedicar a sí mismo cuanto le parezca debido. No debe prestar apoyo a los planes que tiendan a distraer de su uso legitimo los diezmos y ofrendas dedicados a Dios. Han de ser puestos en la tesorería del Señor, y tenidos por sagrados para su servicio, según la indicación divina. OE 237.1

Dios desea que todos sus mayordomos sigan exactamente las disposiciones divinas. No han de trocar los planes de Dios haciendo algún acto de caridad, o dando algún donativo o alguna ofrenda, cuando y como les parezca bien a los agentes humanos. Es un método muy deficiente para los hombres tratar de mejorar el plan de Dios, e inventar un cambio, sacando a luz sus buenos impulsos en ésta o esotra ocasión y oponiéndolos a los requisitos de Dios. Dios pide a todos que apoyen con su influencia el arreglo que él hizo. El ha dado a conocer su plan; y todos los que quieran cooperar con él deben llevarlo a cabo, en vez de atreverse a intentar mejorarlo. OE 237.2

El Señor instruyó así a Moisés acerca de Israel: “Tú mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas, molido, para la luminaria, para hacer arder continuamente las lámparas.”1 Esta había de ser una ofrenda continua, a fin de que la casa de Dios estuviese debidamente surtida de lo que era necesario para su servicio. Su pueblo de hoy ha de recordar que la casa de culto es propiedad del Señor, y que ha de ser escrupulosamente cuidada. Pero los fondos para esta obra no han de provenir del diezmo. OE 238.1

Me ha sido dado un mensaje muy claro y definido para nuestros hermanos. Se me ordena que les diga que están cometiendo un error al aplicar el diezmo a diversos objetos, que, aunque buenos en sí, no son el objeto al cual el Señor dijo que debe aplicarse. Los que hacen tal uso del diezmo se apartan del arreglo del Señor. Dios juzgará estas cosas. OE 238.2

El uno razona que el diezmo puede aplicarse a fines escolares. Otros razonan que los colportores deben ser sostenidos por el diezmo. Pero se comete un gran error cuando se aparta el diezmo del objeto al que ha de ser dedicado, a saber, el sostén de los predicadores. Debiera haber ahora en el campo cien obreros bien calificados donde hay tan sólo uno. OE 238.3