Notas biográficas de Elena G. de White

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Estadía en Dansville, Nueva York

Teníamos confianza en el uso del agua como uno de los remedios indicados por Dios, pero no confiábamos en medicamentos. No obstante, me sentía muy cansada para poder aplicar yo misma los remedios hidroterápicos a mi esposo. Por lo tanto pensamos que lo mejor sería llevarlo a Dansville, Nueva York, donde él podría descansar y donde podríamos disponer del cuidado de médicos hidroterápicos capaces. No nos atrevimos a seguir nuestro propio juicio, y decidimos buscar el consejo de Dios. Después de orar mucho sobre el asunto decidimos ir. Mi esposo soportó el viaje muy bien. NBEW 187.1

Permanecimos en Dansville cerca de tres meses. Conseguimos alojamiento a corta distancia de la institución, y desde allí podíamos caminar, con lo que disfrutábamos el mayor tiempo posible del aire libre. Cada día íbamos a tomar el tratamiento, excepto los sábados y domingos. NBEW 187.2

Tal vez algunos pudieron haber pensado que al haber ido a Dansville para someternos a tratamientos de los médicos estábamos perdiendo la fe en que Dios podría curar a mi esposo en respuesta a nuestras oraciones. Pero no era así. Nunca pensamos que estábamos despreciando los medios que Dios había puesto a nuestro alcance para lograr la recuperación de la salud, sino que más bien, colocándolo a Dios sobre todo, creíamos que él, que ha dado al hombre el conocimiento de remedios naturales, esperaba que nosotros los usáramos para ayudar a nuestro maltratado organismo a recobrar sus energías gastadas. Estábamos seguros de que el Señor bendeciría las medidas que estábamos tomando para recuperar la salud. NBEW 187.3