Notas biográficas de Elena G. de White

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Servicios de reavivamiento en Washington, Nueva Hampshire

“Nuestro viaje a Washington, Nueva Hampshire, fue tedioso. Encontramos albergue en el hogar del Hno. C. K. Farnsworth. Ellos hicieron todo lo que pudieron para nuestra comodidad; todo se arregló y pudimos descansar tanto como fue posible. NBEW 199.1

“El sábado tu padre habló en la mañana, y 20 minutos después hablé yo, presentando un testimonio de reprobación para varias personas. La reunión para la tarde fue citada en la casa del Hno. Farnsworth. A la mañana siguiente asistimos otra vez a reuniones en la casa donde nos habíamos congregado primero. Tratábamos de que los que profesaban la verdad vieran su estado de terribles tinieblas y apostasía delante de Dios, y que hicieran una humilde confesión. NBEW 199.2

“De nuevo tuvimos una reunión por la tarde en la casa del Hno. Farnsworth. El Señor ayudó al Hno. Andrews esa noche, mientras se espaciaba en el tema de sufrir por causa de Cristo. Se mencionó el caso de Moisés, que ‘rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón; escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón’ Hebreos 11:24-26. NBEW 199.3

“La reunión comenzó el lunes a las diez de la mañana. De nuevo se trató el tema de la condición de la iglesia. Con los ruegos más fervientes los exhortamos a convertirse a Dios y a dar una media vuelta completa. El Señor nos ayudó en la tarea. Nuestra reunión de la mañana terminó a las tres o cuatro de la tarde. Todas estas horas habíamos estado ocupados, primero uno de nosotros, luego el otro, trabajando fervientemente por todos los jóvenes inconversos. NBEW 199.4

“El martes por la noche hablé una hora con gran libertad. El Hno. Andrews habló también de una manera ferviente y conmovedora. El Espíritu de Dios estaba en la reunión. Los ángeles de Dios parecían acercarse mucho, alejando a los ángeles malos. Tanto los ministros como el pueblo lloraron como niños. Sentimos que habíamos ganado terreno, y que los poderes de las tinieblas habían retrocedido. Nuestra reunión terminó bien. NBEW 200.1

“Citamos todavía a otra reunión al día siguiente, comenzando a las 10 de la mañana. Hablé cerca de una hora sobre la humillación y glorificación de Cristo. Entonces comenzamos nuestro trabajo en favor de la juventud. Muchos padres habían venido a la reunión trayendo a sus hijos consigo para que recibieran la bendición. Nos dirigimos con ruegos fervientes a los niños, hasta que trece de ellos se levantaron y expresaron su deseo de ser cristianos. Un joven de cerca de los 20 años de edad caminó como 65 kilómetros para vernos y oír la verdad. Nunca había profesado religión, pero se decidió en favor de Dios antes de salir. NBEW 200.2

“Esta fue una de las mejores reuniones. Nos despedimos con muchas lágrimas, sintiendo que la bendición del cielo descansaba sobre nosotros”. NBEW 200.3