Mensajes Selectos Tomo 3

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Haciendo frente a críticas sobre el deseado de todas las gentes

Junio 20 de 1900—He recibido tu carta, Edson.2 Con respecto a El Deseado de todas las gentes, cuando encuentres personas que tienen críticas que hacer, como siempre las habrá, no prestes atención a ninguno de los supuestos errores, sino alaba el libro, habla de sus ventajas. El Deseado de todas las gentes habría sido del mismo tamaño que los dos libros anteriores [Patriarcas y profetas y El conflicto de los siglos], si no hubiera sido por la fuerte recomendación del Hno. O, quien era entonces el director general de colportaje. Lo que dices acerca del Apéndice es la primera objeción que hemos oído con respecto a esa parte. Muchos han hablado de la gran ayuda que han encontrado en el Apéndice. Si la gente tiene prejuicios contra alguna cosa que destaca el sábado, esa misma objeción muestra la necesidad de que este tema esté allí para convencer las mentes. 3MS 135.1

Seamos cuidadosos. No permitamos que las críticas de nadie introduzcan objeciones en nuestra mente. Que los críticos vivan de su oficio de criticar. Ellos no pueden hablar en favor de las mejores bendiciones sin arrojar una crítica que eche una sombra de censura. Autoeduquémonos para alabar lo que hay de bueno cuando otros critican. Los murmuradores siempre encontrarán defectos, pero no nos sintamos entristecidos por el elemento acusador. No consideremos como una virtud el hacer o sugerir dificultades que una u otra mente presentarán para molestar y sumir a la gente en confusión.—Carta 87, 1900. 3MS 135.2