Mensajes Selectos Tomo 3

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Consejo a un creyente que amenazaba con entablar juicio

Cuando Ud. inició ese juicio contra R, yo dije: “Si S ha ido hasta el punto de entrar en ese negocio, será una mancha sobre su vida”. Me entristecí por su conducta en este asunto. Yo sé que no está bien, y que no aliviará en nada la situación de Ud. Es sólo una manifestación de la sabiduría que no viene de arriba. 3MS 344.4

Se me informó que Ud. intentaba iniciar un juicio contra mí, demandándome porque Ud. ha sido perjudicado por los testimonios dados con relación a su caso. Recibí una carta en la cual me amenazaba con entablarme juicio si yo no reconocía que lo he perjudicado. Ahora bien, yo apenas podía creer que Ud. había ido tan decididamente al terreno del enemigo, conociendo la obra de mi vida tan bien como Ud. la conoce. 3MS 344.5

Todo lo que yo le he escrito, toda palabra del consejo, era verdad. No necesito retractarme de nada. He hecho sólo lo que sé que era mi deber hacer. Mi único motivo al publicar el asunto era la esperanza de salvarlo. No tenía otro pensamiento que el de sincera piedad y amor por su alma. Ud. mismo sabe que tengo gran interés en su alma... 3MS 345.1

Si alguien trata de ponerme obstáculos en mi obra recurriendo a la ley, no suprimiré ni una sola jota de los testimonios dados. La obra en la cual yo estoy empeñada no es mi propia obra. Es la obra de Dios, que él me ha dado para hacer. Yo no creí que Ud. haría una cosa tan terrible como levantar su mano finita contra el Dios del cielo. Quienquiera haga una obra tal; pero no permita que sea Ud... 3MS 345.2

Quiero decirle: No exija sin derecho dinero de nadie, debido a palabras habladas contra Ud. o los suyos. Si lo hace, Ud. mismo se perjudica. Si miramos a Jesús, Autor y Consumador de nuestra fe, nos será posible orar: “Señor, perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Mateo 6:12. Jesús no se valió de la ley para lograr reparaciones cuando fue injuriado, no contestó con injurias; cuando fue amenazado, no ejerció represalias.—Carta 38, 1891. 3MS 345.3

Precisamente aquello que Dios les dijo que no hicieran—He escrito extensamente en cuanto a cristianos que creen en la verdad y que llevan sus casos a las cortes de justicia para obtener compensaciones. Al hacerlo se están mordiendo y devorando unos a otros, en todo el sentido de la palabra: para que “os consumáis unos a otros”. Se apartan del consejo inspirado que Dios ha dado, y frente al mensaje que él da, hacen precisamente aquello que Dios les ha dicho que no hicieran. Tales hombres harían bien en dejar de orar a Dios, porque no oirá sus plegarias. Insultan a Jehová, y él los abandonará para que lleguen a ser los súbditos de Satanás hasta que vean su insensatez y busquen al Señor por medio de la confesión de sus pecados... 3MS 345.4

Qué cosa revela el recurrir a las cortes de justicia—El mundo y los miembros de iglesia no convertidos simpatizan mutuamente. Algunos, cuando el Señor los reprende porque quieren salir con las suyas, hacen del mundo su conficente, y llevan los asuntos de la iglesia ante el mundo para lograr una decisión. Entonces hay choques y luchas, y Cristo es crucificado de nuevo y expuesto a la vergüenza pública. Los miembros de iglesia que acuden a las cortes del mundo demuestran que han escogido al mundo como su juez, y sus nombres son registrados en el cielo como unidos con los incrédulos. ¡Cuán ávidamente utiliza el mundo las declaraciones de los que traicionan un cometido sagrado! 3MS 346.1

Esta acción, la de recurrir a las cortes humanas, que nunca antes fue utilizada por los adventistas del séptimo día, es la que se comete ahora. El Señor ha permitido esto para que los que habéis sido engañados entendáis qué poder está controlando a las personas a quienes se han confiado grandes responsabilidades. ¿Dónde están los centinelas de Dios? ¿Dónde están los hombres que estarán en pie hombro a hombro, corazón a corazón, teniendo la verdad, la verdad presente para este tiempo, en posesión de sus corazones?—Manuscrito 64, 1898. 3MS 346.2