Mensajes Selectos Tomo 2

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Viviendo por debajo de nuestros privilegios

Distamos mucho de ser el pueblo que Dios desearía que fuésemos, porque no elevamos el alma ni refinamos el carácter en armonía con las maravillosas revelaciones de la verdad de Dios y con sus propósitos. “La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones”. Proverbios 14:34. El pecado es desorganizador. Dondequiera que se lo fomente—en el corazón del individuo, en la familia, en la iglesia—habrá desorden, luchas, desacuerdos, enemistad, envidia y celos, porque el enemigo del hombre y de Dios ejerce su dominio sobre la mente. Pero cuando la verdad es amada e introducida en la vida, y no solamente predicada, entonces el hombre o la mujer odiarán el pecado y serán representantes vivientes de Jesucristo en el mundo. 2MS 433.1

La gente que pretende creer en la verdad no será condenada porque no tenía la luz, sino porque tenía mucha luz pero no sometió su corazón a la prueba de la gran norma moral de justicia de Dios. La gente que pretende creer la verdad debe elevarse viviéndola. La verdadera religión bíblica debe compenetrar toda la vida, refinar y ennoblecer el carácter y asemejarlo cada vez más al modelo divino. Entonces resonarán en el hogar las oraciones, los agradecimientos y las alabanzas a Dios. Los ángeles ministrarán en el hogar y acompañarán a los adoradores a la casa de oración. 2MS 433.2

Que las iglesias que pretenden creer la verdad y predican la ley de Dios, observen esa ley y se aparten de toda iniquidad. Que cada miembro de la iglesia resista las tentaciones que lo invitan a practicar el mal y a complacerse en el pecado. Que la iglesia comience la obra de purificación delante de Dios mediante el arrepentimiento, la humillación y la investigación profunda del corazón, porque nos encontramos en el verdadero día de la expiación, en una hora solemne cargada de posibilidades eternas. 2MS 434.1

Que los que predican la verdad la presenten tal como ha sido revelada por Jesús. Llegan a ser vasos limpios debido a la influencia subyugadora, santificadora y refinadora de la verdad de Dios. Cuando sean imbuidos de la religión de la Biblia, ¡cuánta influencia serán capaces de ejercer sobre el mundo! Que los miembros de la iglesia sean puros, firmes, inconmovibles y que manifiesten abundantemente el amor de Jesús, y entonces iluminarán el mundo. Que los hombres que están como centinelas y pastores de la grey proclamen la verdad solemne, y hagan resonar las notas de amonestación a toda tribu, nación y lengua. Que sean representantes vivientes de la verdad que predican, y que honren la ley de Dios, cumpliendo sus requerimientos en forma estricta y piadosa, y andando delante del Señor con pureza y santidad, y entonces el poder asistirá la proclamación de la verdad y ésta hará que la luz se refleje en todas partes. 2MS 434.2

Contristando el espíritu de Dios

Dios nunca abandona a los pueblos ni a los individuos hasta que éstos lo abandonan a él. La oposición exterior no disminuirá la fe del pueblo de Dios que guarda sus mandamientos. El descuido de practicar la pureza y la verdad contristará el Espíritu de Dios y debilitará a la grey, porque Dios no está en su medio para bendecirla. La corrupción interna atraerá las acusaciones de Dios sobre su pueblo tal como ocurrió en el caso de Jerusalén. Escúchense voces de ruego y oraciones fervorosas para que aquellos que predican a otros no sean reprobados ellos mismos. Hermanos, no sabemos qué nos espera, y nuestra única seguridad está en seguir la Luz del mundo. Dios obrará con nosotros y por nosotros si los pecados que atrajeron su ira sobre el mundo antiguo, sobre Sodoma y Gomorra y sobre la antigua Jerusalén, no llegan a ser nuestro delito. 2MS 434.3

La menor transgresión de la ley de Dios acarrea culpa sobre el transgresor, y sin un sincero arrepentimiento y un abandono del pecado, éste ciertamente se convertirá en un apóstata... Como pueblo, hasta donde sea posible, debemos limpiar el campamento de contaminación moral y de pecados provocadores. Cuando el pecado avanza sobre el pueblo que pretende elevar las normas morales de justicia, ¿cómo podemos esperar que Dios obre en nuestro favor y nos salve como pueblo que obra justicia?... Si como pueblo no nos mantenemos dentro de la fe y si nos limitamos a predicar con la pluma y la voz los mandamientos de Dios, sin cumplir cada uno de ellos, y sin violar conscientemente uno solo de los preceptos, entonces nos sobrevendrá la ruina. Esta es una obra que debemos emprender en cada una de nuestras iglesias. Cada persona debe ser un cristiano. 2MS 435.1

Desechando el pecado

Deséchese el pecado del orgullo, abandónese toda superfluidad en el modo de vestir y haya arrepentimiento delante de Dios por haberle robado descaradamente el dinero que debería fluir a su tesorería para sostener la obra de Dios en los campos misioneros. Preséntense ante nuestro pueblo una obra de reforma y de conversión verdadera, e ínsteselo a participar en ella. Que nuestras obras y nuestro comportamiento correspondan con la obra para este tiempo a fin de poder decir: “Sígueme a mí, así como yo sigo a Cristo”. Humillémonos delante de Dios, ayunemos y oremos, arrepintámonos de los pecados y desechémoslos. 2MS 435.2

La voz del centinela verdadero debe escucharse a lo largo de todo el frente: “La mañana viene, y después la noche”. Isaías 21:12. La trompeta debe hacerse resonar con notas certeras porque estamos en el gran día de la preparación del Señor... Muchas doctrinas están en boga en nuestro mundo. Hay muchas orientaciones religiosas que cuentan con miles y decenas de miles de adherentes, pero hay una sola que cuenta con la aprobación de Dios. Hay una religión del hombre y una religión de Dios. Debemos tener nuestras almas afianzadas en la Roca eterna. Todas las cosas que hay en el mundo, tanto los hombres como las doctrinas y la naturaleza misma, están cumpliendo la segura palabra profética y realizando su obra grandiosa y final en la historia de este mundo. 2MS 436.1

Debemos estar listos y a la espera de las órdenes de Dios. Las naciones serán conmovidas en toda su extensión. Se quitará el apoyo a los que proclaman la única norma de justicia de Dios y la única prueba segura del carácter. Y todos los que no se sometan a los decretos de los concilios nacionales y obedezcan las leyes nacionales que ordenan exaltar el día de reposo instituido por el hombre de pecado, por encima del día santo de Dios, sentirán, no solamente el poder opresivo del papado, sino también el del mundo protestante que es la imagen de la bestia. 2MS 436.2

Satanás llevará a cabo sus milagros para engañar y establecerá su poder por encima de todo lo demás. Puede parecer que la iglesia está por caer, pero no caerá. Ella permanece en pie, mientras los pecadores que hay en Sion son tamizados, mientras la paja es separada del trigo precioso. Es una prueba terrible, y sin embargo tiene que ocurrir. Nadie fuera de aquellos que han estado venciendo mediante la sangre del Cordero y la Palabra de su testimonio serán contados con los leales y los fieles, con los que no tienen mancha ni arruga de pecado, con los que no tienen engaño en sus bocas. Debemos despojarnos de nuestra justicia propia y vestirnos con la justicia de Cristo. 2MS 436.3

Ataviados con la justicia de Cristo

Los miembros del pueblo remanente que purifican sus almas mediante la obediencia a la verdad, se fortalecen en el proceso probatorio y manifiestan la belleza de la santidad en medio de la apostasía circundante. A todos ellos se les dice: “He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida”. Isaías 49:16. Se tiene de ellos un recuerdo eterno e imperecedero. Nos falta fe ahora, una fe viviente. Nos hace falta un testimonio viviente que penetre hasta el corazón del pecador. Se sermonea demasiado pero se ministra muy poco. Nos hace falta la unción celestial. Necesitamos el espíritu y el fervor de la verdad. Muchos de los ministros casi están paralizados por sus propios defectos de carácter. Necesitan el poder de Dios que convierte. 2MS 437.1

Dios requirió de Adán antes de su caída una obediencia perfecta a su ley. Dios requiere ahora lo mismo que requirió de Adán: una obediencia perfecta, una rectitud sin defectos y sin fallas ante su vista. Que Dios nos ayude a darle todo lo que su ley requiere. Pero no podemos hacer esto sin esa fe que lleva la justicia de Cristo a la práctica diaria. 2MS 437.2

Estimados hermanos, el Señor está por venir. Elevad vuestros pensamientos y levantad vuestras cabezas y regocijaos. Queremos pensar que los que oyen las gozosas nuevas, los que pretenden amar a Jesús, estarán llenos de un gozo inenarrable y glorioso. Estas son las buenas nuevas llenas de gozo que deberían galvanizar a cada alma, y que deberían repetirse en nuestros hogares y comunicarse a las personas con quienes nos encontramos en la calle. ¡Qué otras nuevas más gozosas podrían comunicarse! Las querellas y las contiendas con los creyentes o los incrédulos no constituyen el trabajo que Dios nos ha encomendado. 2MS 437.3

Si Cristo es mi Salvador, mi sacrificio y mi expiación, entonces no pereceré jamás. Creyendo en él tendré vida para siempre. Ojalá que todos los que creen la verdad crean también en Jesús como su Salvador personal. No me refiero a esa fe de poco valor que no está sostenida por las obras, sino a esa fe fervorosa, vivaz, constante y permanente que come la carne y bebe la sangre del Hijo de Dios. No sólo quiero ser perdonada por la transgresión de la santa ley de Dios, sino que también deseo ser elevada hacia la luz del rostro de Dios. No quiero ser meramente admitida al cielo, sino que deseo que las puertas se abran ampliamente para mí. 2MS 438.1

La salvación consiste en la unión con Cristo

¿Somos tan insensibles, como pueblo peculiar y nación santa, al amor inenarrable que Dios ha manifestado por nosotros? La salvación no consiste en ser bautizados, ni en tener nuestros nombres registrados en los libros de la iglesia, ni en predicar la verdad, sino que consiste en una unión viviente con Jesucristo, en ser renovados en el corazón, en hacer las obras de Cristo con fe y en trabajar con amor, paciencia, humildad y esperanza. Cada persona que está unida con Cristo llegará a ser un misionero viviente para todos los que viven a su alrededor. Trabajará por los que están cerca y lejos de él. No tendrá sentimientos localistas, no se interesará en promover solamente la rama de la obra sobre la cual preside, ni dejará que allí termine su celo. Todos deben trabajar con interés para hacer progresar cada rama de la obra. No debe haber amor propio ni intereses egoístas. La causa es una y la verdad constituye un gran todo. 2MS 438.2

Podría formularse esta pregunta con una actitud de fervor y ansiedad: “¿He alentado la envidia en mí, y he permitido que los celos anidasen en mi corazón?” Si es así, Cristo no se encuentra allí. “¿Amo la ley de Dios, y está el amor de Cristo en mi corazón?” Si nos amamos mutuamente así como Cristo nos amó, entonces nos estamos preparando para el bendito cielo donde reinarán la paz y la tranquilidad. Allí nadie luchará por ocupar el primer lugar ni por tener la supremacía, sino que todos amarán a su prójimo como a sí mismos. Dios quiera abrir el entendimiento y hablar a los corazones de las iglesias al despertar individualmente a cada miembro... 2MS 438.3

Los que se encuentran reposando en Sion necesitan ser despertados. Grande es la responsabilidad de los que llevan la verdad, y sin embargo no sienten intensa preocupación por las almas. Ojalá que los hombres y las mujeres que profesan la verdad despertasen, tomasen el yugo de Cristo y levantasen las cargas de él. Se necesitan personas que no tengan solamente un interés nominal sino un interés como el de Cristo, sin egoísmo, un ardor intenso que no vacile bajo las dificultades ni se enfríe a causa de la abundancia de la iniquidad. 2MS 439.1

Quiero hablar a nuestro pueblo de todas las iglesias de América. Despertaos de los muertos, y Cristo os dará su vida. Las almas están pereciendo por falta de la luz de la verdad tal como fue dada por Jesús. Estamos en los límites mismos del mundo eterno. En esta obra no se necesitan personas que profesan el cristianismo únicamente cuando no hay dificultades. La religión basada en las emociones y los gustos no se necesita en este tiempo. Tiene que haber un reavivamiento de nuestra fe y de la proclamación de la verdad. Os digo que una nueva vida está saliendo de los instrumentos satánicos para trabajar con un poder que hasta ahora no habíamos comprendido. ¿Y no se posesionará del pueblo de Dios un nuevo poder que proceda de arriba? Hay que presentar con urgencia delante del pueblo aquella verdad que santifica mediante su influencia. Hay que ofrecer a Dios súplicas fervorosas y oraciones angustiosas para que nuestras esperanzas como pueblo no se funden en suposiciones sino en las realidades eternas. Debemos conocer por nosotros mismos, por la evidencia de la Palabra de Dios, si es que estamos en la fe y vamos hacia el cielo, o no. La ley de Dios constituye la norma moral del carácter. ¿Satisfacemos sus requerimientos? ¿Está el pueblo del Señor haciendo participar en la obra para este tiempo sus propiedades, su tiempo, sus talentos y toda su influencia? Despertemos. “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”. Colosenses 3:1.—Carta 55, 1886. 2MS 439.2

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Las confederaciones aumentan tanto en número como en poder. Estas confederaciones crearán una influencia opositora de la verdad, formarán nuevos grupos de creyentes profesos que obrarán de acuerdo con sus teorías engañosas. La apostasía aumentará. “Algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”. 1 Timoteo 4:1. Los hombres y las mujeres se han unido para oponerse al Señor Dios del cielo, y la iglesia se encuentra despierta a medias solamente a la comprensión de esta situación. Los cristianos profesos deben orar más y realizar un esfuerzo más fervoroso. 2MS 440.1

Instrumentos satánicos en forma humana participarán en este último gran conflicto para oponerse al establecimiento del reino de Dios. Y en el campo de lucha habrá también ángeles celestiales con apariencia humana. Los dos grupos opositores continuarán existiendo hasta que se cierre el gran capítulo final de la historia de este mundo. Los instrumentos satánicos están en cada ciudad. No podemos permitirnos el lujo de estar desprevenidos ni por un solo momento. Los cristianos verdaderos y firmes orarán cada vez más y hablarán menos de asuntos de poca importancia. De sus labios saldrán más y más testimonios definidos para animar a los débiles y los necesitados. Este no es un tiempo cuando el pueblo de Dios ha de mostrarse débil. Que todos sean estudiantes diligentes de la Palabra. Debemos ser fuertes en el Señor y en el poder de su fortaleza. No podemos vivir vidas descuidadas y ser al mismo tiempo cristianos genuinos.—The Review and Herald, 5 de agosto de 1909. 2MS 440.2