Mensajes Selectos Tomo 2

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48—Se necesita una obra de purificación

Basilea, Suiza, 8 de diciembre de 1886

Estimados Hnos. [G. I.] Butler y [S. N.] Haskell,

Durante semanas no he podido dormir después de las tres y media de la madrugada. He tenido una profunda intranquilidad mental a causa de la condición de nuestro pueblo. Este debería estar muy a la cabeza de cualquier otro pueblo del mundo porque tenemos una mayor luz y un mayor conocimiento de la verdad, lo cual nos hace más responsables de promover esa luz, y no solamente profesar creer la verdad pero sin practicarla. Cuando practicamos la verdad estamos siguiendo a Jesús, quien es la luz del mundo; y si nosotros como pueblo no nos elevamos constantemente y si no nos hacemos cada vez más espirituales, entonces estamos llegando a ser como los fariseos, llenos de justicia propia, mientras no hacemos la voluntad de Dios. 2MS 432.1

Debemos acercarnos mucho más a Dios. Nuestra vida diaria debe tener menos del yo y más de Jesucristo y su gracia. Vivimos en un período importante de la historia del mundo. El fin de todas las cosas está cercano; las arenas del tiempo se están escurriendo rápidamente; pronto se dirá en el cielo: “Hecho está”. Apocalipsis 21:6. “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía”. Apocalipsis 22:11. 2MS 432.2

Nuestros testimonios deben cobrar mayor intensidad y debemos aferrarnos con más firmeza a Dios. No puedo dejar de orar a la una, a las dos y a las tres de la madrugada para que el Señor obre en los corazones de su pueblo. Pienso en todos los seres celestiales que están interesados en la obra que se lleva a cabo en la tierra. Los ángeles ministradores esperan junto al trono para obedecer instantáneamente el mandato de Jesucristo de contestar cada oración ofrecida con fe viva y fervorosa. Pienso en cuántas personas habrá que profesan la verdad y que sin embargo la mantienen fuera de sus vidas. No llevan a sus corazones su poder santificador, refinador y espiritualizador... 2MS 432.3