Mensajes Selectos Tomo 2

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40—El lúpulo, el tabaco y los cerdos

En respuesta a muchas preguntas, queremos decir que los adventistas del séptimo día, para ganarse la vida, pueden dedicarse a ocupaciones que armonicen mucho más con su fe que el cultivo del lúpulo y del tabaco, y que la cría de cerdos. 2MS 389.1

Quisiéramos recomendar que no siembren más lúpulo y tabaco, y que reduzcan el número de sus cerdos. Aun pueden considerar que es su deber, tal como lo consideran muchos cristianos consecuentes, no criar más cerdos. No queremos imponer a ninguna persona este parecer. Y mucho menos tomaríamos la responsabilidad de decir: “Arad vuestros campos de lúpulo y de tabaco, y sacrificad vuestros cerdos para darlos a los perros”. 2MS 389.2

Mientras decimos a los que están dispuestos a criticar a los miembros de nuestro pueblo que cultivan lúpulo y tabaco, y que crían cerdos, que no tienen derecho a convertir estas cosas, en ningún sentido, en una prueba para pertenecer a la comunidad cristiana; también decimos a los que se ocupan de esas cosas despreciables: “Si podéis desprenderos de ellas sin experimentar una gran pérdida, la armonía con la fe de este pueblo cuyas publicaciones y enseñanzas orales tienen tanto que decir acerca del tema de la reforma, constituye más que una sugerencia para que os desprendáis de esas cosas tan pronto como sea posible”*The Review and Herald, 24 de marzo de 1868. 2MS 389.3