Mensajes Selectos Tomo 2

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Bienaventurados los que mueren en el señor

Consuelo en ocasión de la muerte de una madre

QUERIDA HERMANA,

Leí en la carta... lo que se refiere a la muerte de su madre, y tan sólo pude decir: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor”. Apocalipsis 14:13. Durante mucho tiempo su madre ha estado muy débil. Ud. la ha cuidado constantemente. No ver más su rostro constituirá una gran aflicción para Ud. Si viviésemos cerca de Ud., le diríamos: “Venga aparte y descanse un poco”. Pero sus deberes reclaman su tiempo. Quiero decirle: Confíe en el Señor. 2MS 298.4

Ud. sentirá enormemente el fallecimiento de su madre; pero quisiera decirle que no siento aflicción por los justos muertos, sino por los que viven. Sé que Ud. ha dejado a su madre en la tumba con la plena esperanza de que ella se levantará cuando suene la trompeta de Dios... Sé lo que significa sepultar a los seres amados. Mi padre y mi madre, mi hermano, mi hermana, mi esposo y dos de mis hijos duermen en sus tumbas. Mi hermana María, yo y mis dos hijos somos los únicos que quedamos.—Carta 98, 1903. 2MS 299.1