Mensajes Selectos Tomo 2

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Los niños en la resurrección

Líneas escritas a la hermana gemela de la Sra. White en ocasión de la muerte de su hijo

Con frecuencia se marchitan nuestras esperanzas más acariciadas. La muerte nos arranca a nuestros seres amados. Cerramos sus ojos, los vestimos para la tumba y los ocultamos de nuestra vista. Pero la esperanza nos hace cobrar ánimo. No estaremos separados para siempre, sino que volveremos a encontrar a nuestros seres amados que duermen en Jesús. Volverán de la tierra del enemigo. El Dador de la vida está por venir. Millares de santos ángeles lo escoltan en su camino. El rompe las cadenas de la muerte, destruye los grilletes de la tumba, y entonces los preciosos cautivos salen con salud y belleza inmortales. 2MS 297.1

Cuando los niñitos salen inmortalizados de sus lechos polvorientos, inmediatamente vuelan hacia los brazos de sus madres. Se reúnen para nunca más separarse. Pero muchos niñitos no tienen madres allí. Procuramos en vano escuchar el canto de triunfo entonado con arrobamiento por la madre. Los ángeles reciben a los niños sin madres y los conducen hacia el árbol de la vida. 2MS 297.2

Jesús coloca el dorado anillo de luz, la corona, sobre sus cabecitas. Dios permita que la querida madre de “Eva” pueda estar allí, que sus pequeñas alas puedan plegarse sobre el feliz pecho de su madre.—The Youth’s Instructor, abril de 1858. 2MS 297.3