Reina Valera 1989
Génesis 9
1 Entonces Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: “Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra.
2 El temor y el miedo de vosotros estará en todos los animales de la tierra, en todas las aves del cielo, en todo lo que se desplaza en la tierra y en todos los peces del mar. En vuestras manos son entregados.
3 Todo lo que se desplaza y vive os servirá de alimento. Del mismo modo que las plantas, os lo doy todo.
4 Pero no comeréis carne con su vida, es decir, su sangre.
5 Porque ciertamente por vuestra propia sangre pediré cuentas. Pediré cuentas a todo animal y al hombre. Yo pediré cuentas a cada uno por la vida del hombre.
6 El que derrame sangre de hombre, su sangre será derramada por hombre; porque a imagen de Dios él hizo al hombre.
7 Sed vosotros fecundos y multiplicaos. Reproducíos en la tierra y multiplicaos en ella.”
8 Entonces Dios habló a Noé y a sus hijos con él, diciendo:
9 “He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, con vuestros descendientes después de vosotros
10 y con todo ser viviente que está con vosotros: aves, ganado y todos los animales de la tierra que están con vosotros; todos los que salieron del arca, todos los animales de la tierra.
11 Yo establezco mi pacto con vosotros: Ninguna carne volverá a ser exterminada jamás por las aguas del diluvio, ni habrá otra vez diluvio para destruir la tierra.”
12 Y dijo Dios: “Esta será la señal del pacto que establezco entre yo y vosotros, y todo ser viviente que está con vosotros, por generaciones, para siempre:
13 Yo pongo mi arco en las nubes como señal del pacto que hago entre yo y la tierra.
14 Y sucederá que cuando yo haga aparecer nubes sobre la tierra, entonces el arco se dejará ver en las nubes.
15 Me acordaré de mi pacto que existe entre yo y vosotros, y todo ser viviente de toda clase, y las aguas no serán más un diluvio para destruir toda carne.
16 Cuando el arco aparezca en las nubes, yo lo veré para acordarme del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente de toda clase que está sobre la tierra.”
17 Entonces Dios dijo a Noé: “Esta será la señal del pacto que establezco entre yo y toda carne que está sobre la tierra.”
18 Los hijos de Noé que salieron del arca fueron: Sem, Cam y Jafet. Cam fue el padre de Canaán.
19 Estos tres fueron los hijos de Noé, y a partir de ellos fue poblada toda la tierra.
20 Entonces Noé comenzó a cultivar la tierra y plantó una viña.
21 Y bebiendo el vino, se embriagó y quedó desnudo en medio de su tienda.
22 Cam, el padre de Canaán, vio la desnudez de su padre y lo contó a sus dos hermanos que estaban fuera.
23 Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, lo pusieron sobre sus propios hombros, y yendo hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre. Como tenían vuelta la cara, ellos no vieron la desnudez de su padre.
24 Cuando Noé se despertó de su embriaguez y se enteró de lo que le había hecho su hijo menor,
25 dijo: “Maldito sea Canaán. Sea el siervo de los siervos de sus hermanos.”
26 Dijo además: “Bendito sea Jehovah, el Dios de Sem, y sea Canaán su siervo.
27 Engrandezca Dios a Jafet y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo.”
28 Noé vivió después del diluvio 350 años.
29 Todos los años de Noé fueron 950, y murió.